Desde niño supo que su vocación era servir por completo a Dios y este año cumple 20 años de ejercicio sacerdotal; él es Juan Ángel López (46).
Recordó que desde niño celebraba matrimonios con sus amigos, momentos que después hizo realidad. Lamentó que la sociedad hondureña se encuentre muy politizada y que el interés particular supere el colectivo.
Recordó cuál es el verdadero significado de la Semana Santa e instó a los cristianos a actuar, pensar y vivir como lo haría Cristo.
(Risas) Honestamente no me gusta describirme porque no es algo que me corresponda directamente a mí, sino que creo que son las personas que lo observan a uno quienes deben decir cuál es la percepción que tienen. Yo solo soy un sacerdote tratando de hacer mi trabajo lo mejor posible para gloria de Dios.
De Tegucigalpa, aunque diría monseñor Celli, que es el secretario de Comunicaciones del Vaticano, que yo soy de Comayagüela porque nací en la Policlínica el 26 de septiembre de 1971.
Somos cuatro en total, entre nosotros hay cuatro años de diferencia, el que me sigue es ingeniero agrónomo, el otro es abogado y el último es médico.
Los primeros dos años los hice en San José del Carmen y de ahí estuve hasta la secundaria en el Colegio Salesiano San Miguel.
Mi mamá me cuenta que desde pequeño siempre decía que quería ser sacerdote. Yo recuerdo que de niño, jugando, casé a mis amigos y después los casé de verdad. Incluso en la boda de mi mejor amigo de infancia, casi se me muere mi comadre porque le dije que era la segunda vez que casaba a mi amigo; le conté que de pequeño había casado a mi amigo con la vecina, pero le dije que no se preocupara porque la vecina no había ido a la boda, así que no iban a ver reclamos. Pero eso no significa que no quise ser otra cosa, a mí me gusta mucho la historia y sigo haciéndolo.
Gracias a Dios siempre han sido mi mayor apoyo los dos; por el lado de mi papá ya había un sacerdote y religiosas, yo no los conocí porque vivían en El Salvador.
Pues, ser santo, es el reto que tiene todo bautizado, no hay otro reto más importante o más grande.
Este año cumplo 20 años. He tenido muchas satisfacciones en este tiempo, he ordenado sacerdotes, eso es una de ellas. Uno como sacerdote tiene la oportunidad de acompañar a parejas cuando tienen crisis y ver que salen de esa situación, con otras profesiones no se vive eso.
Terminar mi tesis doctoral.
Es oportunidad para agradecer lo que el Señor hizo por nosotros, es una oportunidad que cada año se renueva de poder acercarnos a aquel que ha dado la vida por nosotros. Se puede ver desde varias perspectivas, pero sería degradar el verdadero sentido de la Semana Santa. Esta semana es tiempo de conversión espiritual.
Hay una infinidad de factores como el comercio, porque se ha vuelto un tiempo de vacaciones de verano pero el verano comienza hasta el 21 de junio. Hemos pedido a quien corresponda que cambien este feriado para la semana después de Semana Santa.
Todo, porque dice San Pablo si Cristo no resucitó vana es nuestra fe; el sentido de la resurrección es no solo la meta para cada uno de nosotros sino sentir la orientación de la vida. Entender la resurrección no como algo que va a suceder al final de nuestra vida sino como algo que está sucediendo hoy.
Lamentablemente muy politizada, debe haber partidos políticos, una estructura política y por lo tanto debe haber poderes constituidos, pero en nuestro país todo está politizado y eso es lo que más está dañando y más la politiquería barata. Hay mucho interés personal por encima del interés del país y eso es lo que nos tiene divididos.
mayor división. El ejercicio del poder tiene un valor, pero alcanzar el poder para quedarse en aquella meseta no es el sentido de la verdadera política y mucho menos de la democracia.
No solo en esta sino en todas, es actuar, sentir, pensar como actuó, sintió y vivió Cristo, por eso nos llamamos cristianos. Cada uno de nosotros deberíamos preguntarnos qué haría Cristo en nuestro lugar, hasta para hablar.
Han sucedido en Siria, Egipto hubo muchos mártires en Nigeria. Lo que vemos es horrible y el mundo político occidental está ignorando el asunto, es indiferente a eso. Salimos a defender posturas contrarias a la humanidad, defendiendo el aborto, la eutanasia y no defendemos personas que dieron su vida sencillamente porque creían en Dios.
No me gusta Tegucigalpa con tanto portón, eso me ofende, aunque entiendo las razones. En el tema de la extorsión yo he sufrido eso indirectamente por mis feligreses, he visto a personas que se han ido del país. También, cerca de mi casa han matado personas, esa actitud cobarde de los extorsionadores nos está haciendo mucho daño. El tema de seguridad es importante pero no debe ser politizado, porque cada vez que se escucha un político que habla de solucionarlo, no pueden solos, eso es mentira se necesita un consenso.
Muy buena, es como si fuera mi papá, él me ordenó como sacerdote.