San Pedro Sula, Honduras.
La Pastoral Penitenciaria de la Iglesia Católica en San Pedro Sula desarrolla desde el año pasado un programa de reinserción social de personas que estuvieron presas.
La iniciativa nació como una respuesta ante la falta de una política de reinserción laboral y social para la población que recupera su libertad.
A la fecha, este proyecto cuenta con nueve personas que trabajan en negocios de panadería, zapatería, artesanías en madera y otros productos.
“También se trabaja por ir creando una nueva mentalidad en la sociedad. El lenguaje que usamos, los comportamientos carcelarios y los edificios que construimos, todo son expresión de una mentalidad”, dijo monseñor Ángel Garachana en el foro Los privados de libertad, su rehabilitación y reinserción, que se desarrolló en la CCIC.
El obispo de la diócesis de San Pedro Sula agregó que la reinserción implica ofrecer dentro de los centros penales los medios para la capacitación profesional y el acompañamiento psicoespiritual.
La Pastoral Penitenciaria de la Iglesia Católica en San Pedro Sula desarrolla desde el año pasado un programa de reinserción social de personas que estuvieron presas.
La iniciativa nació como una respuesta ante la falta de una política de reinserción laboral y social para la población que recupera su libertad.
A la fecha, este proyecto cuenta con nueve personas que trabajan en negocios de panadería, zapatería, artesanías en madera y otros productos.
“También se trabaja por ir creando una nueva mentalidad en la sociedad. El lenguaje que usamos, los comportamientos carcelarios y los edificios que construimos, todo son expresión de una mentalidad”, dijo monseñor Ángel Garachana en el foro Los privados de libertad, su rehabilitación y reinserción, que se desarrolló en la CCIC.
El obispo de la diócesis de San Pedro Sula agregó que la reinserción implica ofrecer dentro de los centros penales los medios para la capacitación profesional y el acompañamiento psicoespiritual.
Transformación
“Para integrarme de nuevo en la sociedad me di cuenta que debía de cambiar todos los hábitos que me llevaron a delinquir y que me alejaron de mi familia. En este momento pienso diferente y ya no soy la persona que ingresé al centro penal”, dijo Jorge Ramos al dar su testimonio de reinserción social, quien además hizo un llamado a la sociedad para que se les dé la oportunidad de trabajar honradamente.
La Pastoral Penitenciaria apoya en la rehabilitación de los privados de libertad por medio de una educación formal, cursos de inglés, atención legal, brigadas médicas, terapias ocupacionales y consejería psicológica, entre otras alternativas.
“Como equipo técnico les brindamos un apoyo psicosocial para el proceso de reinserción”, dijo la psicóloga Claudia Zepeda.
Esta propuesta busca mejorar la calidad de vida de los excarcelados, reducir la agresividad y la violencia y generar mecanismos de superación personal.
