De expolicía era arma que implantaron a Wilson

Wilson Ariel Pérez, barrista del equipo de fútbol Real España, murió de manera violenta días después que protagonizara un incidente en el estadio Olímpico, de San Pedro Sula, cuando se jugaba la gran final de fútbol Real España-Motagua y agredió a una subinspectora tras pegarle una patada que la hizo rodar.

Wilson Pérez era buscado por la Policía desde el 29 de mayo de 2022. Fue ultimado el 31 de mayo de 2022 en la colonia Moderna, de San Pedro Sula, por agentes de la Dipampco que mintieron, según investigaciones, al dar la versión que le quitaron la vida porque se enfrentó a tiros con ellos con una pistola cuando huía.

Por la muerte de Wilson Pérez fueron acusados cuatro agentes de la Dipampco. Las pesquisas que realizó la Atic demostraron que la pistola que, según los policías, utilizó el barrista se la implantaron y por lo tanto el ahora occiso nunca disparó y también se estableció que con esa arma más bien lo mataron.

El dueño de la pistola implantada a Wilson Pérez era el expolicía Limbert Aníbal Baca, capturado en Quimistán el 16 de octubre de 2020 y que según la Policía era parte de una banda delictiva que traficaba armas y drogas. Baca demostró en un juicio que era inocente y salió de la cárcel en febrero de 2023. Días después lo mataron.

“La muerte de Wilson Ariel nos ha dejado profundas secuelas en la familia y un vacío que nunca se va a llenar”, relató a LA PRENSA Yefry Pérez, hermano del joven barrista del equipo Real España.

El hermano de Wilson reconoce que este cometió un error, pero está claro que los policías quisieron hacer creer que se había enfrentado con ellos, “lo cual es falso”.

Yefry Pérez recordó que también está lo que se dijo del chaleco antibalas que quedó en la escena del crimen de Wilson, porque “aparentemente ellos le pegaron un balazo al chaleco para hacer creer que Wilson les había disparado y que la bala le había impactado en uno de los policías, montaron la escena”.

La familia de Wilson Pérez lamenta la forma en que lo mataron, pues aseguran que él se iba a entregar por la agresión a la inspectora en el estadio Olímpico de San Pedro Sula. El dictamen de Medicina Forense establece que Wilson murió de un balazo en la espalda.

Al expolicía Limbert Baca, que le decomisaron el arma en octubre de 2020, lo ultimaron 15 días después de salir libre (febrero de 2023) para que no declarara en la causa que se le sigue a los agentes de la Dipampco por la muerte del barrista Wilson Pérez. Pero los agentes de la Atic ya le habían tomado declaración al expolicía.

“Wilson era como todo joven con sus actividades con el fútbol y con las fiestas, pero nunca involucrado en lo que ellos dicen”, aseguró su hermano Yefry Pérez.

Según las investigaciones de la Atic, la pistola con la cual los policías pretendían hacer creer que andaba Wilson se la implantaron.