Enfermero lleva alegría a hogar de ancianos con sus caricaturas

Juan Antonio Díaz es un sampedrano de 61 años que ha logrado ganarse el cariño de los adultos mayores que viven en el hogar Perpetuo Socorro con sus divertidas caricaturas de la vida cotidiana.

Tony, como lo llaman de cariño sus pacientes, relató a LA PRENSA que desde niño demostró tener habilidad para dibujar, pero que siempre se inclinó por la caricatura porque le permitía expresar “más con un dibujo que con mil palabras”.

De su niñez también recuerda que creció en el barrio Las Palmas y que quería convertirse en médico.

No obstante, debido a que su familia era de escasos recursos y que estudiar medicina requería trasladarse a Tegucigalpa y estudiar a tiempo completo, desistió de su sueño.

Luego de graduarse de secundaria, Díaz trabajó en un crucero durante ocho años, hasta que decidió retirarse debido a que llevaba mucho tiempo lejos de su familia.

Contó que luego de eso intentó estudiar medicina, pero se casó y tuvo que trabajar para sacar adelante a su nueva familia.

Al ser consultado sobre qué lo motivó a estudiar enfermería, reveló que durante muchos años luchó contra el alcoholismo, y que un día, cuando se encontraba en el hospital Leonardo Martínez, llegó un hombre en estado de ebriedad a la sala de desintoxicación, pero nadie quería bañarlo, así que se ofreció como voluntario.

Dijo que mientras lo bañaba recordó que él pasó un proceso similar y que se sintió bien al poder ayudar a otra persona, así que a sus 38 años comenzó a estudiar enfermería, al tiempo que trabajaba para sostener a su familia, logrando graduarse en la promoción del 2000.

A la fecha, Antonio suma más de 20 años de experiencia y ha trabajado en diferentes hospitales de la ciudad, ya que debido a su edad le fue imposible encontrar una plaza en el sector público.

Con notable emoción compartió que hace un año fue contratado en el hogar de ancianos Perpetuo Socorro, donde ha logrado ganarse el cariño y confianza de los adultos mayores. Expresó que trabajar con ellos es diferente, ya que además de cuidados, necesitan ser escuchados y realizar actividades recreativas.

Es por ello que durante sus turnos suele cantarles sus canciones favoritas y escuchar sus historias mientras toman café. Señaló que fue justamente una taza de café lo que lo llevó a hacer su primera caricatura de Olga, quien todos los días llega a la cocina con su taza en la mano a pedir café, usando su popular frase “Hey vos pasmado, dame café”.

Contó que tanto a Olga como sus compañeros les gustó la caricatura, por lo que comenzaron a acercarse para pedirle que les hiciera una. Desde entonces disfruta retratar momentos divertidos de la vida cotidiana o fechas importantes como sus cumpleaños para que puedan tener un bonito recuerdo.

Díaz dijo que disfruta mucho su trabajo, pues le ha permitido hacer nuevos amigos, conocer sus historias, escuchar sus consejos y crear nuevos recuerdos junto a ellos.

El sampedrano finalizó la entrevista aconsejando a los jóvenes que trabajen para alcanzar sus sueños, que las segundas oportunidades existen y nunca es tarde para iniciar de nuevo. Así como recordarles la importancia de cuidar, respetar y honrar a nuestros mayores.