Hondureña de 80 años disfruta iluminar la Navidad de sus vecinos

Originaria del municipio de Jesús de Otoro, María Amanda Salazar es una modista retirada de 80 años, que hace más de dos décadas inició la bonita tradición de iluminar su casa para compartir el espíritu navideño con sus vecinos de la colonia Fesitranh.

Con un cálido abrazo y una sonrisa en su rostro, Salazar abrió las puertas de su casa al equipo de LA PRENSA este fin de semana, para compartir la historia de la famosa “casa bonita” de esta colonia.

Con nostalgia recordó que de niña soñaba con tener un árbol de Navidad en su casa y compartir a su alrededor con sus seres queridos, tal como se veía en las películas y otros hogares de su comunidad.

Sin embargo, no pudo cumplir su sueño debido a que su familia era de escasos recursos económicos, así que un día se prometió que cuando creciera trabajaría para celebrar la Navidad adornando su casa con un árbol, luces en su patio, flores de pascua y un nacimiento.

La situación económica de su familia terminó orillando a doña Amanda a viajar hasta San Pedro Sula a la edad de 12 años en busca de trabajo y mejores oportunidades.

A su llegada a la “Capital Industrial” fue acogida por una señora que se dedicaba a la confección de ropa, quien le transmitió sus conocimientos y la apoyó para que estudiara Secretariado Comercial.

”Trabajé como modista durante más de 50 años, así pude educar a mis tres hijos”, relató con una leve sonrisa en su rostro.

Recordó que compró sus primeros adornos de Navidad cuando sus hijos aún eran niños, debido a que quería que ellos pudieran disfrutar esta experiencia y tuvieran recuerdos especiales de esta época del año.

No obstante, la tradición de llenar su patio de luces, muñecos de nieve, figuras de Santa Claus, colocar un nacimiento, guirnaldas y pascuas inició hace unos 25 años, luego de su retiro, como una forma de ocupar su tiempo y compartir con las familias de su colonia.

Desde entonces, Amanda Salazar decora su casa con esmero cada Navidad, con adornos que le ha enviado su hermana que vive en el extranjero, otros que ella ha comprado y los que elabora manualmente cada año. Además de regalar dulces a los niños de la colonia que cada año acuden a ver las luces de su casa.

“Los niños de la colonia venían todos los años y yo les regalaba dulces. Hace un par de años vinieron unos muchachos a mi portón a preguntar por dulces, al principio no los reconocí, pero luego me dijeron que de niños venían a ver mi casa en Navidad, fue bonito verlos de nuevo y ver el impacto que pequeños gestos pueden generar en la vida de otros”, expresó.

Salazar finalizó la entrevista invitando a los hondureños a celebrar estas fechas en familia y pidiendo a los padres que no le compren pólvora a sus hijos, ya que considera que es peligrosa. “Espero que todos tengan una feliz Navidad y disfruten con sus familias”, agregó.