Falsa sorpresa: mujer vendó ojos de su novio para que lo mataran

Con total frialdad y bajo la mentira de sorprenderlo, una mujer condujo a su pareja hacia el lugar donde un sicario iba a matarlo.

Romer Campos Meza, de 30 años, no tenía por qué desconfiar de la sorpresa de su novia, pues la amaba. Fue así que se bajaron de un taxi y caminaron juntos por un oscuro callejón en horas de la noche.

Ella, una joven de 17 años, incluso sonreía y bromeaba con él mientras le vendaba los ojos con una camisa que se quitó para hacer más emotiva la sorpresa. Él se dejó sin cuestionar.

Una vez ahí, ella le dio un beso en la mejilla, le dijo algo, al parecer que esperara parado en el mismo sitio y se alejó.

Era cuestión de minutos para que un hombre armado llegara hasta donde Romer Campos y le disparó 17 veces hasta quitarle la vida.

Su cadáver quedó tirado en el lugar, mientras el victimario huyó de la escena.Y de su novia, que se había marchado antes, no se volvió a saber nada.

Las imágenes del crimen quedaron captadas por una cámara de vigilancia de la zona. Precisamente de esa manera se logró determinar que fue su novia quien lo llevó hasta ese lugar.

Se trata de una menor de edad de 17 años, de nacionalidad venezolana, que confesó el horrendo crimen y declaró que ella mantenía una relación con la víctima y con el victimario, por lo que este último, al descubrir lo que pasaba, se puso celoso y ordenó matar al joven, que según él, se interponía en su relación.

El autor intelectual del asesinato fue identificado como Roger Nelson Moreno Moreno, alias “Colombiano”, pero de nacionalidad también venezolana, quien fue detenido al igual que su novia.

Según la fémina, ella se vio obligada a entregar a su novio, pues su otra pareja la amenazó de matarla a ella y a sus hermanos si no lo llevaba al sector donde ocurrió el asesinato. La jovencita, además, reconoció que luego de matar a Romer Campos, los dos se encontraron en su casa.

La jovencita, además, reconoció que luego de matar a Romer Campos, los dos se encontraron en su casa.

El caso sucedió el pasado 20 de abril de 2023 en la ciudad de Huaral, Chancay, Perú, donde la población ha reaccionado indignada y pide justicia.

La Policía asegura que el venezolano es integrante de una banda criminal denominada ‘Los monos de quepepampa’.