Uvalde, Estados Unidos | AFP | jueves 26/05/2022 - 01:59 UTC-6 | 778 palabras
por Gerard MARTINEZ
Centenares de personas se reunieron para llorar a los 19 niños y dos profesoras muertos el martes en la matanza en una escuela de Texas, perpetrada por un adolescente de 18 años que compró un fusil legalmente, una imagen que aviva el debate sobre el control de armas en Estados Unidos.
La tragedia, la peor en una escuela del país en una década, multiplica la cólera y las preguntas sobre cómo limitar la venta de armas en el país, un control que podría haber evitado esta matanza.
“Tengo el corazón roto ahora mismo”, sollozaba el miércoles Ryan Ramírez, que perdió a su hija, Alithia, de 10 años. A su lado, su esposa, Jessica, lloraba en silencio con su otra hija en brazos.