El presidente estadounidense, Donald Trump, se negó a condenar inequívocamente a los supremacistas blancos durante el primer debate televisado contra su rival en las elecciones de noviembre, Joe Biden, y en cambio pidió a los Proud Boys, una milicia de extrema derecha, a 'estar alerta'.
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Interrogado por el moderador Chris Wallace, que lo invitaba a condenar a los supremacistas blancos, el magnate inmobiliario respondió en forma sibilina: evocó a los Proud Boys un grupo nacionalista que pregona la superioridad de la raza blanca, a quienes llamó a 'retroceder y esperar'.
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'Pero les diré algo, les diré algo, alguien tiene que hacer algo con los Antifa', continuó, en referencia al movimiento de extrema izquierda, asegurando que en Estados Unidos la violencia emana más de la extrema izquierda que de la extrema derecha.
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Proud Boys (Muchachos Orgullosos literalmente), un grupo neofascista, exclusivamente masculino, fundado en Nueva York en 2016, adoptó la frase de Trump, publicándola junto a su logo amarillo y negro en la red social Telegram.
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Los Proud Boys festejaron la mención de Trump. 'Nos replegamos, y estamos en alerta, Señor', escribieron en el grupo oficial en Facebook.
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'Aquí está. Este es el Estados Unidos de Donald Trump', denunció el candidato demócrata Joe Biden, compartiendo un tuit de un periodista del New York Times sobre el tema.
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Este grupo también es famoso por su retórica misógina y anti islam y está considerado como un grupo de odio por la organización de derechos civiles Southern Poverty Law Center.
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Ellos mismos se describen como una asociación que lucha por la libertad de expresión y que apoya a Trump en sus intentos por 'restaurar la ley y el orden', frente a las marchas raciales del movimiento Black Lives Matter.
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El grupo, fundado en 2016 por Gavin McInneso, defiende sus principios de Patria, libertad, derecho a portar armas, fronteras cerradas, entre otros.
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Se dieron a conocer tras participar en las contraprotestas en Portland y en la manifestación de 2017 en Charlotessville (Virginia) donde los choques entre los supremacistas blancos y los manifestantes de izquierda dejaron tres muertos y decenas de heridos.