El Curla recupera su esplendor luego de nueve meses de crisis

Los estudiantes del Curla han cobrado el sentido de pertenencia del este centro universitario de La Ceiba, y se están sumando a los trabajos y cambios impulsados por las nuevas autoridades.

Las prácticas en el campo son una de las referencias del Curla, sus egresados son muy cotizados en las areas agrícolas y ganaderas.

Los trabajos avanzan sin parar, con los pocos recursos disponibles se están mejorando los techos de muchas aulas construidas en 1969.

Los talleres también se están transformando y se espera que dentro de tres meses tenerlos en ocupación.

Las granjas porcinas del Curla son las mejores en Honduras, debido a los estudios e investigaciones que se hacen continuamente.

Muchas salas que antes estaban deterioradas, se les está cambiando el techo. Hay un trabajo que se empezó hace dos meses.

”Estamos buscando medidas y estrategias para poder avanzar en estos proyectos y poder dar una respuesta a la comunidad estudiantil”, expresó Gustavo Álvarez Velásquez, director del Curla.

”El Curla es como un municipio dentro de La Ceiba”, resume Eloisa Eyes, enlace del Curla con los medios de comunicación, en referencia al potencial e importancia de este campus para la zona del litoral.

Los trabajos avanzan y se están ejecutando en los tiempos establecidos. Para este 2024, el Curla cuenta con 9.6 millones de lempiras para este tipo de obras.

Los búfalos, traídos de Asia, por años han sido un símbolo para el Curla, son parte de las prácticas para los docentes y estudiantes.

Hay granjas porcinas y avícolas en el Curla, que tienen su época de producción, cuando los estudiantes están en su periodo académico.

Fátima Álvarez, estudiante de Administracion de Empresa, oriunda de San José de la Punta, municipio de Iriona, Colón, ella es una referencia de la influencia que tiene el Curla en el litoral atlántico.

Desde que los edificios del Curla fueron construido en 1969, no se volvió a darles mantenimiento.

Los colores instituciones ahora brillan en los edificios y sus pasillos. Pintores, constructores y soldadores trabajan a tiempo corrido en este centro universitario.

Los estudiantes del Curla, aprenden a vacunar y hacer inseminación artificial en toda su carrera.

El ambiente de Curla está familiarizado con sus carreras forestales, agrícolas y agronómicas. Sos centenares de estudiantes que llegan desde diversas partes del país.

El Curla cuenta con más de 90 hectáreas de tierra para las práctica de sus estudiantes de Ingeniería Agrícola y Agronómica.