“Estábamos mejor”: gobierno de JOH versus Xiomara, la polémica comparación

La familia del expresidente Juan Orlando Hernández ha encendido la polémica al comparar los gobiernos del Partido Nacional con el de Xiomara Castro, actual presidenta por el partido Libertad y Refundación (Libre), asegurando que “antes estábamos mejor”.

En un extenso comunicado, los familiares del exmandatario —quien se encuentra preso en Estados Unidos por delitos de narcotráfico— respondieron al exfiscal Edmundo Orellana sobre la influencia política de Hernández en el país.

Según la familia Hernández, durante su gestión hubo “más seguridad, oportunidades de empleo y una canasta básica más accesible”.

El comunicado destaca que “Juan Orlando tomó medidas valientes que nadie antes se atrevió a implementar”.

“Usted, señor Orellana, fue parte de un gobierno en 2009 que convirtió a Honduras en uno de los países más violentos del mundo y en el principal puente del narcotráfico. En contraste, Juan Orlando arriesgó todo para devolver la paz y la seguridad al pueblo hondureño”, agrega.

Además, se señala que Hernández impulsó el tratado de extradición hacia Estados Unidos, mientras que en el actual gobierno de Castro se ha denunciado dicho acuerdo, con planes de anularlo próximamente.

En el texto también se menciona el polémico “narcovideo” en el que aparece Carlos Zelaya, hermano del expresidente Manuel Zelaya, sugiriendo un supuesto pacto entre líderes de Libre y narcotraficantes en 2013.

En cuanto a la economía, la familia asegura que el país vivió un crecimiento notable durante el gobierno de Hernández.

“Empresas extranjeras llegaban a invertir, generando empleo. Los microempresarios, productores agrícolas, el sector turístico, maquilas, vivienda y construcción experimentaron un crecimiento franco. Había dinero circulando en la economía”.

Según el comunicado, el contraste con el actual gobierno es evidente.

Hernández fue condenado a 45 años de cárcel tras ser declarado culpable de conspiración para importar cocaína.

Fue extraditado en 2022, pocos meses después de dejar la presidencia de Honduras.

Tanto él como su familia continúan defendiendo que es inocente.