Una prisión donde los privados desarrollan sus talentos

Los privados de libertad en la granja penal de El Porvenir, tienen espacios para desarrollar sus talentos y habilidades.

Artesanías y otros productos de maderas se fabrican dentro de este recinto, que cuenta con talleres para que los internos puedan aprender y potenciar sus oficios.

Las autoridades penitenciarias y educativas, lanzaron el programa de Rehabilitación, Reeducación y Reinserción (RRR) con el cual 200 privados de libertad podrán recibir educación formal y técnica.

Aunque aquí ya hay talleres para oficios, con el programa RRR, los privados podrán cursar una carrera técnica profesional, así como talleres de producción , arte y cultura.

Hay presos que son artistas y que se dedican a evangelizar dentro del penal. También podrán crecer en valores espirituales y morales a través del programa RRR que tendrá una duración de dos años.

Piezas de arte hechas con madera, elaboran los presidiarios, obras que logran vender con sus parientes fuera de la prisión. Ahora estos artesanos tendrán la oportunidad para convertirse en emprendedores.

Unos 200 privados de libertad serán formados bajo el programa RRR. Además de la educación formal, serán preparados sobre desarrollo humano, talleres de producción entre otras áreas.

La granja penal, se encuentra escondida a los pies del Parque Nacional Pico Bonito, en el municipio de El Porvenir, departamento de Atlántida.

Marvin Alvarado Núnez, uno de los artesanos recluidos, posa junto a su obra de madera tallada con la imagen del extinto cantante jamaiquino, Bod Marley. Son unos 25 privados que se dedican a la madera.

Artesanías a base de hilos también se elaboran en esta cárcel, donde los privados tienen esa oportunidad de poner en práctica su oficio. Esta granja tiene más de 500 internos.

Noel Fuentes, el baterista y director del grupo de alabanza Cristo Rompe las Cadenas. que anima todos los días en esta prisión. También para este talento habrá una formación especial con el programa RRR.

Entre paredes y rejas, hay hombres condenados que se han rehabilitado aprendiendo oficios, y ahora las oportunidades serán mejores al tener acceso a una educación formal, técnica, psicológica y moral.

La materia prima para las obras de madera, llegan a la granja a través de los parientes de los privados, que son los que compran las piezas de madera para que ellos las transformen en obras de arte.

Hay muchos privados que no saben leer ni escribir, también hay quienes que han pasado por una aula de clases, para todos ellos habrá personal especializado para atenderlos según su iniciación.

Josue Murillo, es la voz del grupo de alabanza, “nadie quiere estar aquí, pero uno se da cuenta hasta que ya está adentro”, comentó, quien ahora dice ser un hombre nuevo al encontrar a Jesucristo aquí.