De multimillonaria a morir en la quiebra: así fue la vida de la “Mujer gata”

A los 84 años de edad falleció Jocelyn Wildenstein, conocida en los medios de espectáculos como “Catwoman” por sus rasgos felinos debido a una gran cantidad de cirugías plásticas.

Su muerte fue causada por una embolia pulmonar; cerró una vida definida por el lujo, la excentricidad y, en los últimos años, la ruina financiera.

Wildenstein incluso fue una de las mujeres más ricas del mundo, pero los excesos la llevaron a la bancarrota en 2018, según el Daily Mail.

La socialité suiza alcanzó el estrellato mundial tras casarse en 1978 con el magnate del arte Alec Wildenstein, heredero de una influyente dinastía de comerciantes de arte y criadores de caballos.

Aunque el amor se consumó; la pareja se divorció en 1999 en un proceso que acaparó la atención mediática, Jocelyn fue compensada con un acuerdo financiero exuberante.

$2,500 millones más pagos anuales de $100 millones durante 13 años fue lo que recibió la “Catwoman”, lo cual cambió su vida en gran medida, aunque no de manera positiva.

Al momento de declararse en bancarrota en 2018, ella afirma que su cuenta bancaria estaba en cero, aunque todavía tenía activos inmobiliarios. Entre las razones que contribuyeron a su declive financiero se encuentran gastos exorbitantes en cirugía estética, ropa, joyas, arte e incluso facturas telefónicas anuales que ascendían a decenas de miles de dólares. Por cierto, la mujer que aparece en esta imagen es Jocelyn Wildenstein antes de la gran cantidad de cirugías.

A pesar de sus problemas económicos, Wildenstein continuó siendo una figura pública rodeada de polémica, sobre todo por su transformación física. Su primera cirugía estética, un levantamiento de ojos en la década de 1970 fue comparada con los rasgos de un lince, una de sus mascotas.

Sus procedimientos eran modificaciones que le dejaron pómulos prominentes, una barbilla destacada y ojos alargados. Alec Wildenstein, su exsposo, declaró a Vanity Fair: “Estaba loca. Siempre me enteraba al final. Pensaba que podía arreglar su rostro como un mueble. La piel no funciona así. Pero no quería escuchar”.

Por otro lado, Jocelyn acusó a su exmarido de contratar a un publicista y un cirujano plástico para afirmar que había “cambiado totalmente” su cara, con el objetivo de obtener ventaja en el divorcio.