Las grandes revelaciones del libro de Lisa Marie Presley

Michael Jackson le dijo a Lisa Marie Presley que era virgen.Había besado castamente a Tatum O’Neal y a Brooke Shields y “dijo que Madonna había intentado involucrarse con él una vez, pero no pasó nada”, dice Lisa Marie en su libro.

“Tenía miedo porque no quería hacer algo malo. Cuando decidió besarme por primera vez, simplemente lo hizo. Él empezó todo. Empezaron a suceder cosas físicas, lo que me sorprendió. Pensé que tal vez no haríamos nada hasta que nos casáramos, pero él dijo: ‘¡No voy a esperar!’”.

Ella recuerda cómo terminaron juntos.“Michael dijo: ‘No sé si te has dado cuenta, pero estoy completamente enamorada de ti. Quiero que nos casemos y que tengas mis hijos’”, escribió Presley. “No dije nada inmediatamente, pero luego dije: ‘Me siento muy halagada, ni siquiera puedo hablar’. Para entonces, sentí que también estaba enamorada de él”.

Lisa Marie recuerda que sus primeros tiempos juntos fueron idílicos: pasaron su luna de miel en Orlando e iban a Disney World cada dos días. “Estaba realmente muy feliz”, dice. “Nunca me había sentido tan feliz”.

“Había una energía, algo realmente extraordinario en él, algo que nunca había visto ni sentido en toda mi vida, excepto en mi padre... Me enamoré de él porque era normal”. En cuanto a las acusaciones de abuso infantil, “nunca había visto algo así. Personalmente, lo habría matado si lo hubiera visto”.

Elvis fue a las reuniones de padres y maestros en la escuela.Yo también podía sentir el nerviosismo y la emoción de los maestros. Mis pequeños amigos estudiantes estaban tan emocionados que yo me emocioné aún más; todos corrían como locos. Entonces apareció mi papá. Salió del auto y vestía un atuendo respetable (pantalones negros y una especie de blusa), pero también llevaba un cinturón grande y majestuoso con hebillas, joyas y cadenas, así como gafas de sol. Estaba fumando un puro. Lo encontré en el auto y caminé con él por la pasarela. Recuerdo esa sensación de caminar a su lado, sosteniéndole la mano”.

Mucho antes de la muerte de Elvis, Lisa Marie Presley temía que él pudiera morir. “Escribí un poema con el verso ‘Espero que mi papá no muera’”, recuerda. Entre muchos incidentes, describe haberlo encontrado tendido boca abajo en el piso del baño. Había intentado apoyarse en un toallero, pero se rompió y se desplomó.

La última vez que vio a Elvis con vida, acababa de regresar de jugar al ráquetbol. Su padre la abrazó y la besó, intercambiaron “te quiero” y él le dijo: “vete a la cama”.

Se despertó con un alboroto y con Elvis siendo llevado en una camilla. Lisa Marie, de 9 años, fue a su dormitorio, fumó nerviosamente un cigarrillo y esperó las noticias. Una hora después, escuchó a su abuelo Vernon llorar: “Se ha ido, se ha ido”.

“Mi vida tal como la conocía había terminado por completo”, escribió, y luego se dio cuenta de que “él está muerto y ahora estoy atrapada con ella”, refiriéndose a Priscilla.

Se sentó sola con el cuerpo de Elvis para llorar.Después de que cientos de miles de personas se presentaron para el velorio público de su padre, Lisa Marie, que entonces tenía 9 años, se tomó un tiempo para llorarlo en privado. “Estaba tan ocupada viendo el dolor de los demás que en realidad no podía sentir el mío todavía”, recuerda en un extracto compartido durante el especial de CBS de Oprah sobre los Presley. “Fui hasta donde estaba acostado en el ataúd, solo para estar con él, tocar su rostro y tomar su mano, para hablar con él. Le pregunté: ‘¿Por qué está pasando esto? ¿Y por qué estás haciendo esto?’”. En la foto, Lisa Marie con su madrre Priscilla con quien sostuvo también una relación complicada.

Lisa Marie denuncia en su libro que el novio de Priscilla Presley abusó sexualmente de ella durante años. Cuando tenía 10 años, , el novio de su madre, Michael Edwards, un modelo y actor, entró en su habitación en mitad de la noche. “Dijo que me enseñaría lo que pasaría cuando fuera mayor”, cuenta en el libro. “Puso su mano sobre mi pecho y dijo que un hombre te tocaría aquí, luego puso su mano entre mis piernas y dijo que te tocarían aquí”. Recuerda que él la besó suavemente y se fue.

Priscilla se puso furiosa cuando Lisa Marie reveló el incidente y llamó a su hija para que Edwards pudiera disculparse. “En Europa así es como les enseñan a los niños, así que yo también lo hice”, le dijo.

Pero el abuso no cesó. “Me tocó y me azotó, me dijo que no mirara” y la dejó con el trasero magullado. “Supongo que se masturbó”, dice Lisa Marie. Cuando Priscilla lo confrontaba, “él decía: ‘Oh, estaba borracho’ o ‘En realidad estaba coqueteando conmigo’”.

Lisa Marie quedó devastada después de abortar el bebé de Danny Keough y quedó embarazada intencionalmente de Riley Keough.

Ella llama a su aborto “la cosa más estúpida que he hecho en mi vida” y poco después la pareja se separó.

Así que “planifiqué, planifiqué y planifiqué. “Descubrí exactamente cuándo estaba ovulando” y me encontré con Danny cuando su banda tocó en un crucero. Dos semanas después, con una prueba de embarazo positiva en la mano, “Danny supo que tenía que casarse conmigo. Lo pillé. En realidad no era mi intención, pero lo hice”.

Lisa Marie reflexiona sobre su adicción a los opioides.“Durante un par de años, fue recreativo, y luego dejó de serlo”, dijo Lise Marie sobre su adicción después de su embarazo en 2008, según compartió con People . “Era una cuestión absoluta de adicción, abstinencia en las grandes ligas”. Le dieron una “receta de opioides a corto plazo” después del nacimiento de sus hijas gemelas, Finley y Harper Vivienne, y sintió “la necesidad de seguir tomándolos” después de su recuperación. En la foto, Lisa Marie con su hija Riley.

La afligida Lisa Marie mantuvo el cuerpo de su hijo Ben Keough en hielo seco en su casa durante mesesElla trajo a Ben a casa después de su suicidio en 2020. “Me acostumbré tanto a él, a cuidarlo y a mantenerlo allí” en una habitación a 55 grados, dice.

Lisa Marie y Keough decidieron tatuarse el nombre de Ben en sus clavículas y manos, tal como él se había tatuado el nombre de ella en el suyo. Cuando el artista le preguntó si tenía alguna foto que mostrara el lugar de la tinta, Keough se quedó atónito con lo que sucedió a continuación.

“He tenido una vida extremadamente absurda, pero este momento está entre los cinco mejores”, escribe Keough. Lisa Marie condujo al artista al interior para abrir el ataúd de Ben y ver de primera mano sus tatuajes.

“Poco después, mi hermano nos transmitió a todos una sensación tal que ya no quería que su cuerpo estuviera en esa casa”, escribe Keough. “Chicos, esto se está poniendo raro”, parecía decir.

Ben Keough una vez llevó a Lisa Marie a través del país durante una crisis de salud para que pudiera consumir drogas en el camino. .Durante la peor fase de su adicción a las drogas, que comenzó después del nacimiento de sus hijas gemelas en 2008, Lisa Marie tomaba 80 pastillas al día.

“Toda mi vida se había desmoronado, parecía que una cosa tras otra, y ya no podía soportar más golpes”, dice en sus memorias.

Su hija Ryley Keough escribe en el libro que Lisa Marie viajaba a menudo a Graceland para dormir en la cama de Elvis. “Anhelaba desesperadamente sentirse protegida, desesperada por conectarse con su padre... Era la sensación de ir a la iglesia cuando todo está perdido y decir: ‘Por favor, Jesús, ayúdame’”.

Como su salud estaba empeorando, Ben alquiló un autobús turístico en Nashville para llevar a Lisa Marie y a los gemelos a Los Ángeles, donde estaban sus médicos. “Condujimos porque yo quería consumir cocaína todo el tiempo y no podía hacerlo en el avión”, dice. “No pensé que lograría pasar ni siquiera el control de seguridad del aeropuerto”.

Mientras estaba en rehabilitación, Lisa Marie se sometió a una cirugía bariátrica para perder peso, lo que finalmente la llevó a la muerte por una obstrucción del intestino delgado.

Dos semanas antes de su suicidio, Ben le envió un mensaje de texto a Lisa Marie diciéndole que su salud mental estaba fallando.“Creo que hay algo mal en mi mente o algo así”, le dijo Ben. “Creo que tengo un problema mental”.

Estaba paralizado por el alcohol y las drogas y no se dio cuenta de la magnitud de su depresión hasta que fue demasiado tarde, escribió Keough. “Nunca fue a terapia ni una sola vez. Y ciertamente nunca había intentado suicidarse antes: ninguna sobredosis, nada. Ningún pedido de ayuda”.

De alguna manera, Lisa Marie se mantuvo sobria a pesar de que “todos sabíamos que mi madre se estaba muriendo con el corazón roto”, escribe Keough.