Por primera vez un canal hablaba a los jóvenes en sus propios códigos y motivaba a esos jóvenes a aprender nuevos códigos a través de sus emisiones.Más que una actuación.Ataviada con un vestido de novia, un cinturón con las palabras ‘Boy Toy’ y la cabeza cubierta por un velo, Madonna salía de una tarta gigante al comienzo de la actuación para, después cantar su icónico tema con miradas a la cámara, sabiéndose dueña de su actuación y del relato que desprendía. En un alarde de improvisación para buscar un tacón perdido, como declararía la cantante años más tarde, Madonna se tiró al suelo en los tramos finales de la canción, arrastrándose y simulando que se masturbaba. La escena, apenas treinta segundos de los casi cuatro minutos totales, quedó para el recuerdo por su mensaje transgresor y despertó la ira de las mentes más conservadoras de la época.