Así fue el intenso romance de “La Tigresa” y el expresidente Gustavo Díaz Ordaz

Irma Serrano, la “Tigresa”, falleció a los 89 años, informó hoy la Asociación Nacional de Intérpretes, sin dar más información respecto a las causas del deceso. A lo largo de su carrera, la actriz y cantante protagonizó algunas polémicas, entre ellas, n apasionado romance con un expresidente mexicano.

En su libro ‘A calzón amarrado’, Irma Serrano, La Tigresa dio detalles de su tórrida relación con Gustavo Díaz Ordaz, quien fue presidente de México de 1964 a 1970.

“Lo conocí en una de tantas reuniones de políticos. Aquel personaje era un don nadie, pero llegó a ser el gusano mayor para regir los destinos del país durante seis años. Descubrí que era más atractivo de lo que me imaginaba, no de su físico del cual han hecho tantas bromas, sino por su intelecto. Tiene una personalidad un tanto especial: es simpático, duro a veces, determinante y necio igual que yo”, escribió Irma Serrano en el libro.

Según narró la “Tigresa” el romance con el entonces jefe de Estado se había confinado a cuatro paredes, pues, él era un hombre casado. De acuerdo con su versión, todo se vivía en la casa que tenía la cantante en Las Lomas y el Pedregal.

De acuerdo con La Tigresa, fue el propio expresidente mexicano quien le había regalado esa casa en El Pedregal, en la Ciudad de México.

Confesó que lo quiso mucho, y que él también la quería y que la trataba como a una reina. De hecho, Irma Serrano, “La Tigresa”, comentó que Gustavo Díaz Ordaz nunca le prohibió hablar de él, de su romance.

¿Por qué terminó su relación? Guadalupe Borja, esposa de Gustavo Díaz Ordaz, se enteró de la relación del presidente con “La Tigresa” y ésta tuvo que terminar, allá por 1974.

Pero aunque Irma y Gustavo terminaron su amorío, la tensión no acabo allí. La Tigresa contó que la esposa le del exmandatario le hizo la vida imposible comenzado una campaña para que la vetaran en varias producciones, lo que afectó su vida profesional.

Por otro lado, y según el libro “A calzón amarrado” luego de la ruptura con su amante y los ataques de la ex primera dama, Irma Serrano decidió llevarle serenata a la residencia presidencial y habría sido Díaz Ordaz el que salió al encuentro de la “Tigresa” quien lo habría abofeteado tan fuerte que le desprendió la retina.

Se dice que cuando Irma Serrano llegó a Los Pinos con un mariachi, esta le cantó a la exprimera dama: “Yo trataba a un casado pero ya se me acabó. Su mujer lo había celado con todas, conmigo no”.

Gustavo Díaz Ordaz, presidente de México de 1964 a 1970, murió el 15 de julio de 1979 de un paro cardiaco debido al cáncer de colon que padecía.

El Gobierno de Gustavo Díaz Ordaz estuvo marcado por la matanza ocurrida en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, y por la inauguración de los Juegos Olímpicos en México, el mismo año.