Las chicas empezaron a centrarse en los periódicos sensacionalistas, por los que luego tuvieron que pagar muy caro, y las Spice Girls se convirtieron en una marca: camisetas, muñecas, refrescos, libros, golosinas...Y llega hasta la película Spiceworld. Lo proclama la revista Rolling Stone: “Las Spice Girls conquistan el mundo”. Y entonces sucedió lo impensable: Las Spice Girls despidieron a Simon Fuller, su agente que hizo todo por ellas. Fuller era una representante sin escrúpulos: agendas apretadas, compromisos tensos, poca disposición a negociar, órdenes agresivas. La ambiciosa Geri decide emprender el camino por su cuenta.