FOTOS: Famosos que se hicieron tan adictos a la cirugías y el botox que deformaron su rostro

Estas celebridades del mundo del cine, la moda y la televisión se obsesionaron con la belleza y ahora lucen irreconocibles.

19/04/2019

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La belleza se ha convertido para muchos famosos en una obsesión que les ha llevado a lucir desfigurados a causa de las cirugías y el exceso de botox.

El antes y después de muchos de ellos es escalofriante y se ven casi irreconocibles como el caso de la exmodelo Hang Mioku.

Ella se hizo adicta a inyectarse silicona en el rostro. Se obsesionó tanto que los médicos empezaron a preocuparse por su salud. Sus médicos no quisieron continuar con las prácticas que ella solicitaba por lo que Mioku recurrió a inyectarse aceite de cocina.
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Courteney Cox: Decidió sucumbir a los “encantos” de la cirugía y el bótox, lo que provocó falta de expresividad en su rostro y durante varios años dejó de ser una chica sencilla y fresca. Ahora luce un rostro natural y acorde a su edad.
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Donatella Versace: Se aferró a permanecer joven y bella el mayor tiempo posible. A sus más 60 años, la famosa diseñadora desearía lucir perfecta, pero en su afán ha deformado completamente sus rasgos.
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Amanda Lepore: ha sido el rostro de múltiples marcas de moda, además de aparecer en películas y grabar discos. Pero su aspecto se ha ido deformando año a año, con cirugías plásticas que parecen no terminar nunca.
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Lindsay Lohan: Quien fuera la niña modelo y estrella de Mean Girls abusó de las sustancias tóxicas; en su apariencia quedó el rastro de la cocaína y el alcoholismo. Luego de someterse a varios intentos de rehabilitación, adquirió una nueva adicción: las cirugías plásticas.
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Mary-Kate Olsen: La gemela más famosa de Hollywood simplemente no se parece a ella misma.
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Nikki Cox: Nikki se hizo famosa por sus papeles en series de televisión como Unhappily Ever After y Las Vegas. Lamentablemente, hoy luce un rostro plástico y falso, gracias a las cirugías de labios y pómulos que se ha realizado.
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Meg Ryan: La actriz luce irreconocible, de haber sido uno de los símbolos de belleza de los 80 y 90, hoy es el blanco de severas críticas y burlas. Sin embargo, ella niega haber usado bótox o haberse realizado alguna cirugía. A sus 54 años, su rostro no puede pasar desapercibido, atrás quedaron sus años de ser un ángel que enamoraba a todos.
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El rey del pop estuvo siempre acomplejado con su aspecto físico. Dicen sus hermanos que nunca le gustó su nariz porque era muy grande. Sus inseguridades le llevaron a cambiarse no sólo la nariz, sino también la barbilla, los pómulos, hacerse injertos de pelo e incluso cambiar su color de piel.
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Lyn May, una de las figuras más reconocidas del llamado cine de ficheras, quiso desafiar el paso del tiempo y para ello recurrió al bótox y a las cirugías con resultados que hoy han dejado secuelas en su rostro y en su cuerpo.
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Jocelyn Wildenstein quería parecerse a un gato. Al parecer su exesposo Alec Wildenstein prefería la compañía de los felinos a la suya y por eso se convirtió en una adicta las cirugías. Lo cierto es que 'la reina de la jungla' tiene unas 30 operaciones que le han costado varios millones de dólares. Jocelyn Wildenstein sigue y seguirá haciéndose 'retoques' pues según ella misma, así es como exactamente quiere lucir.
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Mickey Rourke se ha convertido en una leyenda de Hollywood por sus cirugías. El atractivo actor de 9 semanas y media se dio a la mala vida. A las mujeres, el juego, el alcohol y la droga. Intentó ser boxeador y salió escarmentado. Y entre treta y treta siempre pasaba por el bisturí para intentar arreglar algo que hace mucho que no tenía arreglo. Su aspecto le ha convertido en una leyenda en Hollywood sobre qué es lo que no debes hacer con tu imagen si quieres triunfar y tener una larga carrera.
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La exmodelo mexicana llegó a estar en las revistas más importantes, hasta en la portada de Vogue. Pero su excesivo uso de las drogas, sumado a unas cuantas rinoplastias, la dejaron así.
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Irma Serrano, La Tigresa, también ha sido víctima del exceso de cirugías. La cantante de música ranchera se hizo cambios en su nariz, los pómulos, la boca y se estiró tanto la piel de su rostro que su expresión quedó congelada.
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Renée Zellweger: El cambio en el rostro de la actriz es más que evidente. Se sometió a una blefaroplastia superior para retirar el exceso de piel en los párpados superiores, además se operó los labios y se hizo otras cirugías menores.
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Latoya Jackson: Es otra celebridad que se ha obesionado con transformar su rostro. Cada vez que la vemos su nariz es más pequeña, tal como le pasó a su hermano Michael Jackson.
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Kim Novak: Era considerada como uno de los sex symbol de la época dorada de Hollywood, pero ya no queda más que el recuerdo.
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La reconocida cantante de música Country ha dicho que: “Nunca he pensado en mí misma como un sex symbol y no quiero tener que ser una mujer bella como Raquel Welch”. Sobre sus operaciones de cirugía estética, Dolly Parton asegura que nunca se ha puesto implantes mamarios (aunque sí que se ha operado para elevar sus pechos), y admite haberse hecho liposucciones así como inyecciones de colágeno.
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Joan Van Ark: Joan ha tenido una larga carrera como estrella de novelas norteamericanas como Dallas, volviéndose una estrella de la cultura popular americana. Pero su obsesión por la belleza externa, la llevó a volverse el centro de las burlas, luego de aparecer en una alfombra roja con el rostro desfigurado por las intervenciones y la piel descolorida.
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Otro de los casos de cirugías extremas muy conocido es el de la actriz Goldie Hawn, quien se sometió a innumerables procesos estéticos como el relleno de pómulos, botox y labios, con resultados bastante dudosos.
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Michaela Romanini se hizo famosa por su adicción al colágeno, adicción que la llevó a una terapia de rehabilitación para esta enfermedad psicológica. Su obsesión por mantener su juventud y belleza provocaron que Romanini desde muy joven pusiera de moda las inyecciones de colágeno. A pesar de tratarse de una mujer bellísima, ella siguió y siguió arremetiendo contra su naturaleza, generando un daño irreparable en su rostro.