La sexagenaria Adrienne Banfield podría pasar por hermana de su hija, Jada Pinkett Smith, esposa del actor Will Smith.
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Antes de estar en boca de todos por el romance que mantuvo con August Alsina durante una breve separación de su marido Will Smith, Jada Pinkett Smith solía acaparar titulares por el impresionante físico que luce a sus 48 años, y que resulta ser en gran parte a los excelentes genes que heredó de su madre, Adrienne.
Esta carrera tardía en el mundo del entretenimiento como colaboradora de Jada le ha ayudado a aumentar su popularidad en las redes sociales y este fin de semana ha logrado sorprender a sus más de 200.000 seguidores al compartir un selfie frente al espejo presumiendo de unos abdominales que ya los querrían para sí mujeres con la mitad de su edad.
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Lo más irónico es que Adrienne estaba tratando de motivarse a sí misma para regresar al gimnasio, de lo que se deduce que ni siquiera se encuentra en su mejor forma física.
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'Un buen vistazo en el espejo siempre consigue hacer maravillas. Elíptica, ¡allá voy!', añadió junto a la imagen, para dejar claro que está preparada para volver a entrenar.
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Adrienne Banfield-Jones, quien en 2010 se convirtió en Adrienne Banfield-Norris, tuvo a Jada Pinkett en su adolescencia, lo que ayuda a que parezca la hermana de su propia hija.
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Antes de ser una de las invitadas recurrentes en el talk show de su hija, Adrienne era enfermera.
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Pinkett Smith se ha mantenido cerca de su madre: 'La relación entre madre e hija suele ser la más honesta, y estamos muy unidas', ha dicho.