Las autoridades mexicanas elevan a más de 5,400 el número de asesinados en lo que va de año a causa de la violencia de los carteles del narcotráfico.
Esta cifra supone más del doble que en 2007. Para hacer frente a esta situación, México cuenta con un plan de ayuda antidroga de Estados Unidos conocido como Iniciativa Mérida, que prevé el desembolso de 1,400 millones de dólares hasta 2010.
El número de personas asesinadas en México a causa de la violencia del narcotráfico se ha duplicado en lo que va de año respecto al mismo período del anterior, según la Fiscalía General de la República, lo que significa un incremento de un 117 por ciento más.
Las previsiones, lejos de mejorar los datos, invitan al pesimismo, ya que las autoridades prevén un 2009 aún más violento. La mayoría de las víctimas mortales en 2008 fueron miembros de los carteles o policías, entre ellos altos mandos.
Los crímenes relacionados con el narcotráfico y el crimen organizado se concentraron en Ciudad Juárez, Chihuahua Culiacán, Sinaloa, Tijuana y Baja California, estados del noroeste del país, debido sobre todo a la exacerbación de la violencia producida por las traiciones y las venganzas entre los carteles que se disputan el negocio de las drogas. Esto se debe a un proceso de descomposición de esas organizaciones criminales.
Las decapitaciones se convirtieron en 2008 en México en el cruel sello de una escalada de la guerra entre narcotraficantes.
