05/12/2025
06:00 AM

Viggo Mortensen se convierte en un rudo italiano

El actor estadounidense protagoniza “Green Book”, junto con Mahershala Ali. Esta producción, ganadora del Óscar a mejor película, se exhibe en cines hondureños.

Nueva York, Estados Unidos.

Viggo Mortensen no podía visualizarlo, por lo menos no al principio.

El director Peter Farrelly quería que interpretara a Tony “Tony Lip” Vallelonga, un tipo corpulento, poco refinado y de buena voluntad proveniente del Bronx con un acento italiano muy marcado. En Green Book, de Farrelly, basado en una historia real y ambientado en 1962, el cadenero de Copacabana Tony Lip es contratado para trabajar como chofer y proteger al pianista clásico jamaiquino-estadounidense Don “Doc” Shirley (Mahershala Ali) durante una gira de conciertos de dos meses a través del Sur Profundo, aún segregado.

Es fácil entender por qué Mortensen se mostró dudoso. Las razones más evidentes fueron que él es un danés-estadounidense alto y delgado, sin mencionar que hay muchos actores italo-estadounidenses que habrían sido perfectos para el papel.

No obstante, Mortensen aceptó participar en el filme, que se encuentra en las carteleras hondureñas. “Me encantó el personaje”, dijo el actor, hablando por teléfono desde un hotel de Los Ángeles, “y la primera vez que leí el guion me di cuenta de que no solo era el mejor texto original que había leído desde Captain Fantastic (2016) unos años antes, sino que quizá era el mejor que había leído en toda mi carrera. “ Era fabuloso”, continuó. “Un gran personaje. Pensar que estas personas existían, que este viaje en carretera sucedió y todo eso, me sorprendió muchísimo”.

Mahershala Ali y Viggo Mortensen interpretan a Don Shirley y Tony Vallelonga, respectivamente.
Dudas

“Simplemente fue la idea de interpretar a un italo-estadounidense lo que me preocupaba”, admitió Mortensen, “pues estaba muy consciente de que hay buenos actores estadounidenses de ascendencia italiana en el mercado. Hay personajes italo-estadounidenses que son parte de nuestro imaginario en términos de lo que hemos visto y experimentado en la televisión y en el cine”, continuó, “y Pete estaba confiando en mí para que yo interpretara a uno de ellos. Dijo: ‘No quiero hacer lo obvio. Creo que eres perfecto, y creo que harás un gran trabajo en este proyecto’.

Le pedí tiempo suficiente para pensarlo; me tomó un día”, comentó Mortensen. “Leí el guion un par de veces más. No sé por qué. ¿Estaba tratando de ver si no era tan bueno? La segunda vez que leí el texto, me gustó más, pensé que era más profundo, más matizado, mejor estructurado y bien escrito, con diálogos excelentes. Al final solo pensé: ‘Bueno, Pete no querrá elegir a las personas incorrectas para su película’”, indicó el actor.

“Pensé que alguna buena razón tendría para querer que yo interpretara ese papel, y eso que ya estaba arriesgándose con un drama, algo tan distinto de lo que había hecho antes. Así que acepté, y me alegra haberlo hecho”. En cuanto aceptó, Mortensen se comprometió por completo. Leyó The Negro Motorist Green Book, mejor conocida con el título abreviado Green Book, una guía anual publicada de 1936 a 1966 y diseñada para ayudar a los afro-estadounidenses que viajaban por el sur durante la época de Jim Crow. También consultó a Nick Vallelonga, hijo de Tony Lip, quien escribió el guion.

“Traté de aprender tanto como pudiera de la familia Vallelonga”, comentó Mortensen, “y fueron muy generosos, me dieron muchísimo material. Nick estuvo ahí todo el tiempo, además interpreta a un personaje en la película, así que al contarme sobre su papá y su comportamiento en general, me ayudó a entender su esencia, lo cual fue muy útil”.

Viggo Mortensen, quien es alto y bien delgado, tuvo que aumentar 20 kilos para parecerse al robusto y fuerte Tony Vallelonga.
Admiración

En una conversación aparte, Nick Vallelonga se mostró maravillado por la dedicación de Mortensen en la interpretación de su padre. Vallelonga conoció el trabajo de Mortensen en Carlito’s Way (1993), y de inmediato estuvo de acuerdo cuando Farrelly sugirió que el actor fuera candidato para interpretar a Tony Lip. “El personaje italiano más icónico de una película ha sido Vito Corleone, en El padrino (1972), y Marlon Brando no era italiano”, comentó Vallelonga.

“Me encanta Viggo, y estoy convencido de que él es el Marlon Brando de su generación. Así que cuando Pete lo sugirió, le dije: ‘Sí, que lo haga él. Vamos a llamarlo’. “La transformación de Viggo fue impresionante”, señaló. “Subió veinte kilos. En nuestra primera reunión, pasó el rato conmigo en el restaurante de mi hermano, Tony Lip’s, que lleva el nombre de nuestro padre, en Franklin Lakes, Nueva Jersey. Nos sentamos a comer y hablamos durante ocho horas. Mis tíos y mi hermano estaban ahí, y Viggo quería saberlo todo: los ademanes de mi padre, cómo bebía, cómo fumaba, cómo comía.

“Les confieso que Viggo lo imitó a la perfección”, continuó Vallelonga. “Si quieren saber cómo era mi padre, cómo se veía y cómo se comportaba en ese entonces, tan solo hay que ver la película”.

A pesar de lo que Mortensen aportó al papel, necesitaba un Don Shirley con el cual interactuar. Mortensen discutió el asunto con Farrelly, quien le dijo que imaginaba a Ali, que acababa de ganar un Óscar como mejor actor de reparto por su actuación como narcotraficante carismático en Moonlight (2016), interpretando a Shirley. “Le dije: ‘Bueno, no podrías elegir a alguien mejor’”, recordó Mortensen.

Mahershala y Viggo se abrazan en la 91 entrega de los premios Óscar. Ali ganó la estatuilla como mejor actor de reparto por Green Book.
Química

“Mahershala es un gran actor, muy inteligente. Yo lo conocí y había hablado con él, por lo que sabía que es un caballero, sensible, y muy preciso en la manera en que habla de las cosas, meticuloso en su forma de trabajar. Tiene muchas cualidades que sabía que serían grandiosas para ese personaje. Además, es un tipo agradable, y presentí que quizá tendríamos una buena dinámica. Pero superó mis expectativas”, comentó.

“De verdad nos entendimos desde el inicio, y creo que eso se percibe en pantalla. Hay una verdadera sensación de que nos apoyamos, de que nos ponemos atención de la mejor manera. Eso sucede a veces con otros actores, y es genial, porque te ayuda mucho a hacer tu trabajo”.

En la vida real, Tony Lip y Don Shirley siguieron siendo buenos amigos el resto de sus vidas, y murieron con algunos meses de diferencia en 2013. Sin embargo, a pesar del final feliz de la película, Mortensen no quería que la historia resultara trivial, o algo peor.

“Cuando leí el guion, pensé: ‘Espero que no se convierta en una suerte de salvador blanco’. Tony hace algunas cosas terribles, y hay una evolución que se requiere. Sin importar cuán avanzado esté a su época, no está bien. Y tampoco debe estarlo que ese hombre negro y noble tenga que enseñarle al ignorante Tony. Ambos tienen mucho que aprender”, concluyó.