Desde que Thalía se levanta de la cama toma su celular para contestar llamadas, revisar correos electrónicos y compartir en sus redes sociales las actividades del día.
La intérprete de Sangre y Amarillo Azul confiesa que se ha vuelto una necesidad dominar el Internet, pues a través de sus cuentas oficiales no solo entabla comunicación con el mundo, sino que se mantiene vigente en la música y se capitaliza como marca. “Creo que las redes sociales han salvado mucho trámite y uno directamente le puede decir a la gente ‘mira, esto es lo que está pasando ahorita, este es el sencillo, aquí está el link para que lo descargues’, y si a la gente le gusta, lo descarga.
Es más práctico lo que vivimos hoy día”, platica Thalía, quien el año pasado lanzó el álbum Latina e hizo gira internacional.
La también actriz usa como termómetro sus páginas oficiales de Facebook (en la que tiene más de 18 millones de seguidores), Twitter (más de 8 millones), Instagram (más de 6 millones) y su Snapchat para conocer la opinión sobre sus proyectos, sus decisiones y su trabajo como cantante, empresaria y actriz. “Es una reacción inmediata.
La gente me empieza a decir ‘esta canción me gusta, por qué no haces esto, esta idea está increíble, Thalía qué divertido estuvo este post’. Ellos mismos hacen sus memes y a mí que me encanta reírme de mí, yo los reposteo”.
La esposa de Tommy Mottola explica que una de las ventajas de ser una mujer multitarea es que también puede llegar a otro mercado que tal vez desconoce su carrera de más de 35 años. Así, se ha sumado de forma natural a la dinámica virtual, con memes, postales, clips, fotos con filtros y hasta montajes, que le han permitido entablar empatía y crear una imagen de mayor impacto.