Estados Unidos
Gestionar la diabetes, dejar de fumar, controlar la hipertensión, hacer ejercicio y mantener un peso saludable pueden reducir el riesgo de demencia, incluso en la vejez, según una investigación reciente.
El Informa Mundial sobre el Alzheimer de 2014, encargado por Alzheimer’s Disease International, reveló que la diabetes puede aumentar el riesgo de demencia en un 50%. El estudio anotó que la obesidad y un estilo de vida inactivo son factores de riesgo clave de la diabetes y la hipertensión.
Los investigadores sugirieron que la demencia se debe incluir en los programas nacionales de prevención y detección de salud pública, junto con otras enfermedades no contagiosas importantes, como el cáncer y la enfermedad cardiaca. Apuntaron que nunca se es demasiado viejo para cambiar a un estilo de vida saludable.
'Aunque la edad y la genética son parte de los factores de riesgo de la enfermedad, no fumar, comer de forma más saludable, hacer algo de ejercicio y tener un buen nivel educativo, junto con desafiar al cerebro para garantizar que permanezca activo, pueden desempeñar un rol en minimizar las probabilidades de contraer demencia', aseguró en un comunicado de prensa del Colegio del Rey en Londres Graham Stokes, director global de atención de la demencia del grupo internacional de atención de salud Bupa.
'Las personas que ya tienen demencia o señales de la misma también pueden hacer estas cosas, lo que podría ayudar a ralentizar el avance de la enfermedad', añadió Stokes.
Un equipo de investigadores liderados por Martin Prince, profesor del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del Colegio del Rey en Londres, halló que dejar de fumar tenía un vínculo firme con una reducción en el riesgo de contraer demencia.
El informe, publicado en el sitio web de Alzheimer’s Disease International como adelanto del día mundial del Alzheimer el 21 de septiembre, halló que entre las personas de a partir de 65 años de edad, los ex fumadores tienen un riesgo de demencia que es similar al de los que nunca han fumado. En contraste, los fumadores actuales tienen un riesgo mucho más
alto de este tipo de declive mental.
Las personas con un mayor nivel educativo también tienen un riesgo más bajo de demencia. Aunque la educación no afecta a los cambios cerebrales que pueden conducir a la demencia, puede reducir su impacto sobre la función cerebral, explicaron los investigadores.
Los cambios en el cerebro pueden comenzar mucho antes de que se desarrollen los síntomas. Los investigadores concluyeron que envejecer con un cerebro estimulado y sano puede ayudar a las personas a vivir más tiempo y con una mayor independencia.
Aunque los datos de la encuesta de Bupa mostraron que a muchas personas les preocupa contraer demencia, pocas conocen algunas de las medidas específicas que pueden ayudar a reducir su riesgo, lo que incluye ser socialmente activo con los amigos y la familia, perder peso y hacer ejercicio.
'Ya hay evidencia a partir de varios estudios de que la incidencia de demencia podría estar reduciéndose en los países de altos ingresos, en vinculación con mejoras en la educación y en la salud cardiovascular', señaló Prince en el comunicado de prensa. 'Debemos hacer todo lo posible por acentuar esas tendencias. Con un costo global superior a los 600 mil millones de dólares, que pudiera haber más en juego resultaría difícil'.
Mark Wortmann, director ejecutivo de Alzheimer’s Disease International, añadió que 'desde la perspectiva de la salud pública, es importante anotar que la mayoría de los factores de riesgo de la demencia se solapan con los de otras enfermedades no contagiosas importantes'.
Wortmann explicó en el comunicado de prensa que 'en los países de altos ingresos, hay un mayor enfoque en unos estilos de vida más saludables, pero esto no siempre es así en los países de ingresos bajos y medianos. Estimamos que para 2050 el 71 por ciento de las personas que viven con demencia estarán en esas regiones, así que implementar unas campañas efectivas de salud pública podría ayudar a reducir el riesgo global'.
Gestionar la diabetes, dejar de fumar, controlar la hipertensión, hacer ejercicio y mantener un peso saludable pueden reducir el riesgo de demencia, incluso en la vejez, según una investigación reciente.
El Informa Mundial sobre el Alzheimer de 2014, encargado por Alzheimer’s Disease International, reveló que la diabetes puede aumentar el riesgo de demencia en un 50%. El estudio anotó que la obesidad y un estilo de vida inactivo son factores de riesgo clave de la diabetes y la hipertensión.
Los investigadores sugirieron que la demencia se debe incluir en los programas nacionales de prevención y detección de salud pública, junto con otras enfermedades no contagiosas importantes, como el cáncer y la enfermedad cardiaca. Apuntaron que nunca se es demasiado viejo para cambiar a un estilo de vida saludable.
'Aunque la edad y la genética son parte de los factores de riesgo de la enfermedad, no fumar, comer de forma más saludable, hacer algo de ejercicio y tener un buen nivel educativo, junto con desafiar al cerebro para garantizar que permanezca activo, pueden desempeñar un rol en minimizar las probabilidades de contraer demencia', aseguró en un comunicado de prensa del Colegio del Rey en Londres Graham Stokes, director global de atención de la demencia del grupo internacional de atención de salud Bupa.
'Las personas que ya tienen demencia o señales de la misma también pueden hacer estas cosas, lo que podría ayudar a ralentizar el avance de la enfermedad', añadió Stokes.
Un equipo de investigadores liderados por Martin Prince, profesor del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del Colegio del Rey en Londres, halló que dejar de fumar tenía un vínculo firme con una reducción en el riesgo de contraer demencia.
El informe, publicado en el sitio web de Alzheimer’s Disease International como adelanto del día mundial del Alzheimer el 21 de septiembre, halló que entre las personas de a partir de 65 años de edad, los ex fumadores tienen un riesgo de demencia que es similar al de los que nunca han fumado. En contraste, los fumadores actuales tienen un riesgo mucho más
alto de este tipo de declive mental.
Las personas con un mayor nivel educativo también tienen un riesgo más bajo de demencia. Aunque la educación no afecta a los cambios cerebrales que pueden conducir a la demencia, puede reducir su impacto sobre la función cerebral, explicaron los investigadores.
Los cambios en el cerebro pueden comenzar mucho antes de que se desarrollen los síntomas. Los investigadores concluyeron que envejecer con un cerebro estimulado y sano puede ayudar a las personas a vivir más tiempo y con una mayor independencia.
Aunque los datos de la encuesta de Bupa mostraron que a muchas personas les preocupa contraer demencia, pocas conocen algunas de las medidas específicas que pueden ayudar a reducir su riesgo, lo que incluye ser socialmente activo con los amigos y la familia, perder peso y hacer ejercicio.
'Ya hay evidencia a partir de varios estudios de que la incidencia de demencia podría estar reduciéndose en los países de altos ingresos, en vinculación con mejoras en la educación y en la salud cardiovascular', señaló Prince en el comunicado de prensa. 'Debemos hacer todo lo posible por acentuar esas tendencias. Con un costo global superior a los 600 mil millones de dólares, que pudiera haber más en juego resultaría difícil'.
Mark Wortmann, director ejecutivo de Alzheimer’s Disease International, añadió que 'desde la perspectiva de la salud pública, es importante anotar que la mayoría de los factores de riesgo de la demencia se solapan con los de otras enfermedades no contagiosas importantes'.
Wortmann explicó en el comunicado de prensa que 'en los países de altos ingresos, hay un mayor enfoque en unos estilos de vida más saludables, pero esto no siempre es así en los países de ingresos bajos y medianos. Estimamos que para 2050 el 71 por ciento de las personas que viven con demencia estarán en esas regiones, así que implementar unas campañas efectivas de salud pública podría ayudar a reducir el riesgo global'.