No hace falta más que ver alguno de los desfiles de Tom Ford para apreciar su aire de tranquilidad y seguridad.
Con esa misma frescura en cada evento se prepara para revelar su sonrisa, esa combinación de asesino y ángel, que suele disparar para acabar con las damas del lugar.
Aunque las más bellas mujeres adornan su vida, él no asume superioridad alguna y, en cambio, muestra en sus entrevistas el lado sensible que pocos hombres pueden revelar fácilmente.
No es necesario ser un experto en prendas de vestir para concluir que el hombre es talentoso en su labor.
Otro punto a su favor, por el que goza de un gran magnetismo con las mujeres, es que, gracias a su profesión, el tipo tiene la mirada, 10 en escala de 10.
Tom Ford , puede en un segundo, dibujar a una mujer con sus ojos, y eso hace que ellas lo adoren.
Claro, para tener todo este encanto, hay que tener estilo. Por eso, no estaría nada mal salir con un hombre que realmente sepa si “hoy te queda mejor la blusa verde o la rosa”, y al que por supuesto, no tengas que decirle cómo tiene que vestirse.
Si, es verdad, aún con un límite de pelo, Tom Ford tiene mucho futuro por delante.
Triunfo total
Tras un año apartado del mundo de la moda, desde que dejó de ser el director creativo de las firmas Gucci e Yves Saint Laurent, el gurú de la moda, Tom Ford , vuelve al paraíso del lujo de la mano de Estée Lauder.
El diseñador estadounidense acaba de firmar un ambicioso acuerdo de colaboración con la prestigiosa casa de cosméticos Estée Lauder que permitirá a ambos desarrollar nuevos productos en los próximos años.
Estée Lauder indicó que “esta alianza es la primera que suscribe de este tipo desde que asumió la presidencia John Demsey, y también la primera desde que el diseñador abandonó Gucci y creó su propia compañía: Tom Ford ”.
Si bien las empresas no han detallado los términos del acuerdo, han indicado que tendrá dos fases, una primera en la que el diseñador colaborará con la compañía de cosméticos para desarrollar la línea “Tom Ford for Estée Lauder”, que se venderá en los propios mostradores de Estée Lauder.
En la segunda fase, Ford lanzará una línea separada e independiente de productos de belleza y fragancias, y otros productos relacionados en colaboración con Estée Lauder.
Sus facetas
Tom Ford se unió a Gucci en 1990 como diseñador de ropa de mujer, y en 1994 fue nombrado director creativo, cargo en el que permaneció diez años.
Dijo adiós a Gucci con un memorable desfile en el que muchos asistentes no pudieron contener las lágrimas de emoción y que al final irrumpieron en un larguísimo aplauso.
Tras su “divorcio” con la firma, Tom se sumió “en una profunda depresión que le llevó a abusar del alcohol, el tabaco y las pastillas para dormir”, según declaró el propio diseñador.
Seis meses después, superado ese bache personal, Ford volvió con fuerza, con varios proyectos de cine, entre ellos, convertirse en productor y dirigir alguna película, así como lanzar una línea de ropa junto al cantante de rock Lenny Kravitz, pero ninguno de los proyectos llego a concretarse.
A Ford se le atribuye el éxito de vestir a la mujer con diseños muy femeninos, sin caer en la cursilería, tras una década de tendencia minimalista, además, de aumentar el valor de la cuenta de la mítica casa Gucci.
“No fue fácil que confiaran en mí, pero se rindieron a mis criterios y fue un éxito. Disfruté y me divertí”, asegura el diseñador.
Un gran maestro
Tom Ford nació en Austin, Texas, pero pronto su familia se instaló en Santa Fe, Nuevo México.
De su abuela Ruth, una elegante dama y sabedora de las últimas tendencias, heredó su pasión por la moda. Con 18 años se marchó a Nueva York en busca de la fama y nuevas emociones.
En su primera etapa, trabajó como modelo publicitario y actor, su altura y su atractivo, le abrieron las puertas. Tras graduarse como arquitecto en la Parson´s School of Design, se dedicó al interiorismo, pero su pasión por la moda le llevó a convertirse en diseñador.
Frase
“El atuendo personal es el vivo reflejo de la persona. La moda es una cuestión subjetiva”