Humildad es el valor que tratará de inculcar a los niños mexicanos “Nikté”, la niña indígena convertida en princesa protagonista de la película homónima de animación mexicana que se estrenó ayer con el reto de hacerle sombra a grandes producciones de Hollywood como “Avatar”, dijo a la agencia EFE su productor.
Humildes suenan también los apenas 2,4 millones de dólares que ha costado esta producción mexicana, comparados con los 300 millones de “Avatar”, de James Cameron, que se estrenó ayer también en México, o los 105 millones que costó la última película de Disney, estrenada la pasada semana, “Tiana y el sapo”.
La apuesta
“No tenemos miedo y vamos con todo”, afirmó Eduardo Jiménez, director general de Animex, la pequeña productora mexicana autora de este filme dirigido por Ricardo Arnaiz.
Aseguró que “esta es una de las mejores épocas”. “Sabemos que estamos a la altura de cualquier otra producción”, agregó, al aclarar que su apuesta es, más que por la técnica de animación, por la calidad de la historia contada.
“Lo que nosotros siempre hemos hecho es hacer historias con valores humanos que dejen algo a los niños, que salgan con un aprendizaje positivo del cine”, explicó Jiménez, quien se mostró contento de que por fin haya llegado el día del estreno.
En su segundo animado, después de “La leyenda de la nahuala”, 2007.
Sobre la historia
Arnaiz cuenta la historia de Nikté, una niña huérfana de carácter altivo y prepotente que sueña con hacerse princesa y que ve la oportunidad de lograr su sueño gracias a una profecía que dice que una princesa caerá del cielo.
Decide hacerse pasar por esa princesa, creyendo que al serlo va a tener a todo el mundo a sus pies. No contaba con que al ser princesa tendría que hacer una misión para salvar a su pueblo, hazaña con la que conocerá a sus compañeros de viaje y con la que su personalidad sufrirá un cambio, gracias a lo cual saldrá a la luz su bondad.
