'Den dos pasos adelante los alumnos que viven en El Ponciano', decía el profesor Eliud Castañeda cuando distribuía a los muchachos según su residencia. Mi maestro era, y es, un hombre muy fino con el manejo de la lengua. Otras veces decía 'no quiero a nadie delante de la puerta'. A veces no sabemos discriminar estos dos adverbios: adelante y delante, los usamos indistintamente; pero tienen sus usos específicos.
Adelante se emplea cuando expresa movimiento; por eso el maestro decía: 'Den dos pasos adelante'. Y 'delante' indica posición, no movilidad: 'Los manifestantes se ubicaron delante de la catedral', es decir, enfrente de ese templo de oración.
El maestro Castañeda aclaraba que 'el carro quedó detrás del patio', es decir, que se estacionó en la parte posterior del patio. Detrás da a entender 'en la parte posterior'. El Registro Nacional de las Personas está detrás de la Municipalidad.
Pero hay otro adverbio de lugar muy parecido, casi igual: 'atrás'. En realidad, atrás significa 'hacia la parte posterior' (no en la parte posterior, que es diferente), es un adverbio usado en verbos de movimiento: 'No mires para atrás', 'Los de atrás están molestando'. Pero la forma coloquial ha dado la posibilidad de usar uno y otro de estos adverbios sin notar las diferencias.
A veces no hallamos respuesta con los prefijos des y dis. Decimos destapar, discapacitado, desconfiado, disparejo. Nunca hablamos de distapar, descapacitado o desparejo porque ya hemos considerado que no son alomorfos adecuados según nuestra costumbre de estilo.
En nuestra lengua se consideran alomorfos del prefijo negativo-privativo DES las formas DIS, DI, DE y el mismo DES. La distribución de los alomorfos no responde, en este caso, como suele ocurrir con otros prefijos, meramente a cuestiones fonéticas u ortográficas, sino que se justifica fundamentalmente por la etimología.
'Dis (quitar el color) demente (carece de mente) deformado (no tiene forma). Y 'des' indica negación o inversión de un significado: deshacer, desunir, destapar (lo contrario de hacer, unir y tapar). Este prefijo con sus alomorfos denota negación y privación.
Es de aclarar que no hay una norma definida sobre esto. Los matices se perciben con el uso y el significado de las palabras que van precedidas por esos prefijos; pero no hay nada establecido, pues en principio ambos sirven para lo mismo: indicar negación o privación. Es asunto más que todo de convencionalismos.
Ahora bien, qué pasa con a - in. 'a' denota negación o privación; 'i , in, im' también expresa negación o privación, pero en algunos casos hay otros matices.
Veamos dos ejemplos: el amoral carece de moralidad, no la practica, no sabe si actúa bien o actúa mal; por ejemplo, un verdulero sin un mínimo de educación que manda a su hijo a encenderle un cigarrillo considera que eso no es malo. El inmoral es aquella persona que aún sabiendo lo que significa la moral se opone a ella y las buenas costumbres: el Presidente sabe que fue elegido por cuatro años, si él comienza a crear artimañas para seguir en el poder, entonces diremos que es un mandatario inmoral porque sabe perfectamente que lo que pretende es incorrecto y opuesto la ética.