Julio Cebrián vive en un país del occidente de Sudamérica, frente al Océano Pacífico: Perú.
Limita al norte con Ecuador y Colombia, al este con Brasil y, en el fondo de su corazón con Zoila Flores, una sampedrana a quien hizo su esposa hace 5 años.
Ellos, sin importar su procedencia, han alcanzado la felicidad y el anhelo de procrear un hijo: Julián.
LA PRENSA ha indagado más sobre este peruano que come baleadas, sopa de caracol, sopa de mondongo, tapado de coco y tajadas con pata de pollo.
“El César de la canción”, como se le conoce, a sus 29 años no se conforma con haber conquistado una hondureña, sino que ahora pretende enamorar también a toda Honduras con su música, que ya se escucha en varias estaciones de radio catrachas.
Cebrián ha estado por seis años en los escenarios profesionales, pero él pretende estar por más tiempo ya que está promocionando su disco titulado “Sangra tu corazón”.
Este nuevo material contiene 14 temas, los cuales poseen el ingrediente del romanticismo.
Julio comenta que “nunca pensé que mi voz me daría de comer en algún momento de mi vida.
Empecé cantando en restaurantes y bares por unos cuantos pesos, luego lo hacía en cumpleaños, bautizos, fiestas particulares y también asistiendo a concursos de canto de diversos medios de comunicación, para ganarme el premio y así poder subsistir”.
En el 2000 grabó su primer disco de covers, el cual contenía cinco canciones de baladas y siete con mariachis.
Fue el mismo disco que le abrió las puertas a centros importantes de canto en México como La Fonda y El Cielito Lindo, lugares donde sólo se presentan los grandes artistas como Vicente Fernández, Lucerito, Pepe Aguilar, Alejandro y otros exponentes importantes en el estilo mariachi.
“Agradezco al público hondureño por sonar mi música en varias radios y a la gente que la pide”.
Para quienes todavía no conocen a este cantante casado con una catracha pueden entrar a www.juliocebrian.com y tener contacto directo con él.
Reto
El reto más grande de Julio Cebrián es llegar a Honduras y conquistar el corazón de cada una de las personas que gustan del romanticismo.
