La cantante y modelo Lourdes León lleva toda su vida adulta cultivando sus inquietudes y aspiraciones profesionales con mucha más discreción que su famosa madre, Madonna.
La joven de 26 años, fruto de la breve relación que, en 1996, mantuvo la reina del pop con su entrenador personal, Carlos León, ha coqueteado con las pasarelas y se ha destacado como una experimentada bailarina, pero el año pasado decidió dar el salto a la música para publicar su primer elepé bajo el seudónimo Lolahol.
‘Go’, como se titula su álbum debut, recibió buenas críticas pero su impacto comercial fue escaso, entre otras razones porque la artista prefiere circunscribir su trabajo en la escena electrónica alternativa.
A diferencia de la ambición de la que hizo gala Madonna ya desde sus inicios, Lola, como es conocida entre sus seres queridos, no tiene intención de conquistar el mundo dando un fuerte golpe sobre la mesa. De hecho, todavía está perfilando su identidad artística y tratando de dilucidar su futuro.
“Necesito más actuaciones para ver qué tipo de espectáculo puedo ofrecer. Todavía estoy probando cosas antes de decidir si actuar es algo que de verdad disfruto, si es algo con lo que conecto bien. No sé si lo haré durante muchos años. Pero tengo claro que bailar será, en último término, algo integral en mi carrera, porque dependo mucho de mi cuerpo a la hora de expresarme”, se ha sincerado a la revista The Face.
Además de hablar con franqueza sobre las dudas que alberga en su faceta creativa, la polifacética artista no ha tenido reparo en compartir algunas teorías de corte existencialista. Al ser preguntada sobre sus creencias, Lola ha señalado que cree firmemente en Dios. “Al cien por cien. No tengo otra explicación sobre el origen del mundo”, ha reconocido. Por otro lado, la hija de Madonna no concibe la supuesta existencia del infierno en los términos clásicos del cristianismo, sino que lo asocia más bien a su otra gran tesis: la reencarnación.
“Creo en una versión muy particular del infierno. No creo que sea un sitio ahí abajo en el que acaban todos los dictadores. Creo en la reencarnación, así que me imagino que si eres una mier** de persona, lo tendrás más complicado en la siguiente vida”, ha compartido en su entrevista.