La princesa de Asturias afronta magníficamente la recta final de su embarazo, como se comprobó el miércoles por la mañana en la entrega de los premios de la Fundación BBVA a la conservación de la biodiversidad.
Letizia, embarazada de ocho meses y medio, sorprendió nuevamente a todos una vez más al comparecer, junto a su esposo, el príncipe Felipe, en un acto oficial en el cual no estaba anunciada su presencia. Esta nueva aparición pública de la princesa previa al parto permitió captar tiernas estampas de su dulce espera: sonriendo continuamente y sujetándose ensimismada el abultado vientre.
Solidaria
La futura reina de España también está en el ojo de la prensa rosa internacional no sólo por su embarazo. Según la revista en internet Todoellas y la publicación noruega Se og Hør, Mira y oye, al parecer la familia real no le permite adoptar a su sobrina de 6 años.
Tras el suicidio a principios de febrero de Erika, la madre de la niña y hermana pequeña de Letizia, la esposa del heredero ha intentado repetidas veces convencer a la casa real para que le permitan quedarse con la niña.
Aunque la intención es buena, según dice la revista noruega, en la casa real española no parece que tengan sentimientos hacia la pequeña Carla, así que la respuesta ha sido un rotundo no a una posible adopción.
“La niña no es lo suficientemente fina para la casa real y crearía demasiados problemas tener una ‘extraña’ en la familia. Además, todavía tiene a su padre biológico, aunque no ayuda mucho, porque apenas le conoce”, dicen fuentes cercanas a la casa real española consultadas por Se og Hør.
Letizia, que pronto dará a luz a su segunda hija, no se siente tan contenta ni feliz como debería estar ante la próxima llegada de su esperada bebé.
La pequeña Carla Viggo junto a su fallecida madre Erika Ortiz Rocasolano durante un paseo en tierra española.