07/12/2025
07:50 AM

La casa de Hemingway

La morada final de Ernest Hemingway en esta población montañosa, con su despliegue de objetos personales del escritor, es tal vez la más enigmática, y la más visitada, de todas las viviendas que habitó el ganador del Premio Nobel. Y es recordada especialmente como el lugar donde Hemingway se suicidó con un rifle de caza, en 1961.

La morada final de Ernest Hemingway en esta población montañosa, con su despliegue de objetos personales del escritor, es tal vez la más enigmática, y la más visitada, de todas las viviendas que habitó el ganador del Premio Nobel. Y es recordada especialmente como el lugar donde Hemingway se suicidó con un rifle de caza, en 1961.

Taylor Paslay intenta cambiar esa imagen mediante investigaciones a fin de proteger la envejecida residencia de la década del 50 que vecinos de cercanas mansiones desearían fuese llevada a otra parte.

'La casa tiene un gran valor histórico', dijo Paslay, cuya combinación de destrezas manuales y su título de graduado en literatura inglesa de la universidad de Michigan lo convierte en un cuidador de la casa en la que ha estado viviendo desde octubre de 2005.

Proyecto

Paslay, gerente de conservación del hogar, terminó viviendo en el sótano de la morada final del escritor como parte de un plan de desarrollo de su empleador, The Nature Conservancy, propietario de la casa. El grupo tiene como propósito conservar lugares silvestres, no edificios históricos. Antes de contratar a Paslay, intentó entregar la vivienda a la Fundación Hemingway. El plan era abrir la residencia para permitir la visita del público, pero el plan se derrumbó en el 2005 en medio de amenazas de demandas por parte de vecinos que temían un fuerte incremento del tráfico.

En su testamento, la viuda del escritor, Mary, donó la casa de dos plantas y 230 metros cuadrados a la institución. La casa nunca ha sido abierta al público y sigue siendo como una cápsula del tiempo. Todo es de la década del 50. Entre los objetos hay muebles, algunos traídos de España, junto con trofeos de safaris al África.

Luego de ese contratiempo, el grupo cambió de dirección y contrató a Paslay para que hiciera algunas labores de mantenimiento.

Y una vez que la Fundación Hemingway se disolvió a mediados de 2007, el grupo se embarcó en su actual plan de usar la vivienda para atraer a donantes ansiosos por ver el interior del hogar de Hemingway. 'Lo que intentamos hacer es atraer el interés de las personas que se sienten vinculadas con este gigante de la literatura ... un hombre que amó la tierra, que era un gran deportista, y que pasó unos 30 años viajando a Idaho', dijo Jan Peppler, directora de filantropía de The Nature Conservancy.

En teoría, The Nature Conservancy podría vender la vivienda y recolectar entre cinco y 10 millones de dólares. Agentes de bienes raíces locales dicen que ese es el precio de la tierra donde está asentada la casa. Pero, en ese caso, la vivienda en sí sería destruida y reemplazada con algo más grande y más moderno. Algo que no tendría nada que ver con el sitio habitado por Hemingway. Y Peppler prometió que la casa nunca será puesta en venta.

Para los admiradores de Hemingway, la única casa que seguirá conservando un misterio es la de Ketchum, Idaho. Es tan enigmática como las páginas finales arrancadas de una novela.