California. En el amor no se manda, y en su juventud Jessica Alba le entregó su corazón a un travesti.
“Me enamoré a los 16. Estaba muy enamorada de él, creo que era ‘drag queen’, era bisexual y bailarina”, dijo la actriz al Daily Beast.
La protagonista de Sin City: A Dame to Kill For reveló que, debido a esa relación, se alejó de la religión cristiana, bajo la cual fue criada desde pequeña, pues no le gustó la manera en que se estigmatizaba a la mujer y la sexualidad.
“Solíamos ir a un club gay y bailaba con él toda la noche, cuatro veces a la semana. Estaba tan enamorada y pensaba: No hay manera que él se vaya a ir al infierno.
“En mi iglesia me decían: ‘Todo aquel que es gay se va a ir al infierno’ y ‘El sexo premarital es malo’. Y yo decía: No es posible que eso suceda. Este hombre es increíble”, agregó.
Otra de sus razones para dejar de frecuentar las reuniones cristianas fue que su grupo de amigos la criticó por interpretar a un personaje con una enfermedad de transmisión sexual en la serie Chicago Hope.
En los próximos meses, la ahora esposa de Cash Warren y madre de dos hijas, llega a la pantalla grande con la secucela a cargo del cineasta mexicano-americano Robert Rodríguez . Es importante recordar que ella debutó a las 12 años con la comedia Camp Nowhere, donde sustituyó a la actriz protagonista cuando ésta abandonó el rodaje.
