Resultados preliminares de una autopsia señalan que Érika Ortiz, la hermana menor de la princesa Letizia, murió por una sobredosis de píldoras, en su mayoría tranquilizantes, informaron este viernes dos periódicos españoles.
Ortiz, de 31 años, fue encontrada muerta el miércoles en el dormitorio de su domicilio madrileño por su novio. Posteriormente un juez de guardia procedió a ordenar el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para serle practicada una autopsia.
Citando fuentes no identificadas cercanas a la investigación, el periódico El País dijo que una autopsia llevada a cabo el miércoles en la noche indicó que la joven, de 31 años de edad, falleció tras ingerir gran cantidad de píldoras, en su mayoría sedantes.
VíctimaLetizia “siempre sintió debilidad por ella-Erika- y adoración por su sobrina Carla”.
Su muerte acaparó la primera plana de los diarios nacionales y dominó los programas hablados de radio y televisión.
El diario madrileño El País indicó el jueves que según Globomedia, la productora de televisión para la que trabajaba, Ortiz había estado de baja laboral debido al estrés y la ansiedad.
El diario madrileño El Mundo dijo en sus ediciones del jueves que la difunta estaba separada del artista Antonio Vigo, con el que tenía una hija de seis años, Carla. Posteriormente mantuvo una relación sentimental con el camarógrafo de televisión Roberto García.
Según El Mundo, Ortiz intentó durante años establecerse profesionalmente entre el éxito de sus dos hermanas mayores - Letizia una presentadora de televisión conocida antes de casarse con el príncipe Felipe - y sus relaciones con Vigo.
Nota del día Otra vez llueve para la princesa
Rota por el dolor, Letizia Ortiz sacó ayer fuerzas de flaqueza para levantar la cabeza y caminar, agarrada a su madre, apenas unas decenas de metros.
La Princesa de Asturias, embarazada de seis meses, logró controlar las lágrimas en su primer paseo delante de los periodistas, pero en la puerta de la pequeña capilla la princesa se derrumbó.
Caía agua con fuerza en Madrid, una lluvia que parece destinada a perseguir a la princesa en los momentos cruciales de su vida.
Llovía el día de su boda, llovía la noche que nació su hija Leonor, y diluviaba en la localidad madrileña de Tres Cantos mientras incineraban a su hermana pequeña, su cómplice, su confidente, su ‘niña bonita’.
Sobredosis
La Familia Real española dio ayer su último adiós a Erika Ortiz, fallecida el miércoles en su domicilio de Madrid, sin que se conozcan las causas de la muerte, aunque la prensa española apunta al suicidio.
El rey Juan Carlos, los Príncipes de Asturias y las infantas Elena y Cristina, acompañadas de sus esposos acudieron al tanatorio de Tres Cantos para asistir al responso por el alma de la joven fallecida.
A la ceremonia sólo faltaron la reina Sofía, quien se encuentra volando de regreso a Madrid desde Indonesia, tras suspender el viaje de cooperación que efectuaba.
Telma Ortiz, la otra hermana, también está de regreso a España tras verse sorprendida por la noticia en Filipinas.
Erika, de 31 años, fue encontrada muerta en su piso de Valdebernardo, en la periferia de Madrid, el mismo que ocupó la princesa de Asturias hasta su boda con el príncipe Felipe, por su actual pareja sentimental, quien dio la voz de alarma.
Aunque la causa oficial de la muerte no ha sido revelada, la prensa española, citando fuentes de la investigación, apunta a la hipótesis del suicidio con barbitúricos.
“Fuentes de la investigación barajan la hipótesis del suicidio”, afirma el diario El País, que añade que “los indicios recogidos en la casa descartan la participación de terceras personas en el fallecimiento o que se deba a causas naturales”.
Su ex parejaAntonio Vigo, ex compañero de Erika, lució consternado con la tragedia.
El rotativo El Mundo también afirmó que Erika “podría haberse suicidado ingiriendo una sobredosis de barbitúricos”.
Felipe de Dorbón, Príncipe de Asturias
“Gracias a todos por la comprensión, y sentimos el remojón que estáis sufriendo”.