12/06/2025
12:41 PM

Harlem dice adiós a James Brown, cantor del soul y del orgullo de los negros

'El rey está muerto, viva el rey', escribió en un papel un hombre perdido en la multitud que acudió a dar el último adiós a James Brown: Harlem se despidió el jueves de su héroe, padrino de la música soul y cantor del 'orgullo negro'.

'El rey está muerto, viva el rey', escribió en un papel un hombre perdido en la multitud que acudió a dar el último adiós a James Brown: Harlem se despidió hoy jueves de su héroe, padrino de la música soul y cantor del 'orgullo negro'.

Frente al teatro Apolo, la muchedumbre se apiñó horas antes de la apertura de la sala de conciertos, donde los restos del cantante, fallecido el lunes, día de Navidad, fueron expuestos al público.

El homenaje buscaba ser digno de la leyenda. A media jornada, el cortejo funerario -una carroza blanca tirada por dos caballos blancos- recorrió el barrio, rodeado de una multitud. Al llegar frente al teatro Apollo, la muchedumbre coreó: '¡James Brown! ¡James Brown!'

El féretro franquéo luego la gran puerta de la sala de espectáculos.

Stuart Gray, un ingeniero de sonido de 47 años, resistía el frío desde el amanecer. 'Soy un hijo de la música funk', explicó. 'James Brown era un pionero, no un autor de canciones sino un inventor, y todo el mundo le copió'.

En la fila, los fanáticos del músico tienen 40, 50, 60 años, y muchos vienen de Harlem.

'Es nuestro Elvis Presley negro y estoy aquí para decirle gracias', dice Queen McFarland, de 64 años, que vio al cantante por primera vez en 1956, en una tienda de discos vecina. 'Nos devolvió nuestro orgullo, nos dijo que los negros debían estar orgullosos'.

Algunos llevan en pequeñas pancartas la letra de una famosa canción de Brown: 'Say It Out Loud -I'm Black and I'm Proud' (Díganlo fuerte: soy negro, y estoy orgulloso de serlo)

La nostalgia se siente. Algunos evocan el pasado de Harlem, las anécdotas fluyen. Hampton Gould, de 66 años, toma fotografías.

Memoria viviente de su barrio, Gould dice que vio a todos los grandes de los años 60: Gladys Knight, los Temptations... Pero James Brown era especial. 'Todo el mundo adoraba la manera en la que bailaba de una punta a la otra del escenario. Michael Jackson no es nada al lado de él. El era Mister Groove!'

Margaret Jackson, una sexagenaria, recuerda la histeria que provocaba: 'Casi me caigo del balcón (del Apollo) intentando atrapar su fular'.

'Cuando lo veías, podías sentir el soul', añade su amiga Queen McFarland.

Los restos del cantante permanecerían hasta hoy jueves de noche en el escenario donde el cantante hizo sus primeras actuaciones, en 1956. Al final de la tarde estaba prevista una breve ceremonia reservada solo a sus más cercanos.

El cuerpo de la estrella, fallecida de un fallo cardíaco producto de una neumonía a los 73 años, en un hospital de Atlanta (Georgia, sudeste), será llevado luego a su sur natal, donde se prevé una ceremonia familiar y el homenaje del público, el viernes y sábado.

Desde su apertura, a inicios de la década de 1930, el Apollo ayudó a lanzar carreras de estrellas como Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Billie Holiday, Gladys Knight, Luther Vandross o Lauryn Hill. Todavía atrae a más de un millón de visitantes cada año.

Fue en el Apollo que Brown grabó uno de sus míticos discos, 'Live at the Apollo', editado en 1963, que en apenas 31 minutos expresa el vigor y la energía de este cantante y bailarín febril, capaz de fusionar soul, rythm'n blues y funk.

Desde el martes, la marquesina luminosa del teatro rezaba: 'Descansa en paz, leyenda del Apollo y padrino del soul, James Brown, 1933-2006'.

Hampton Gould, fan de Brown, sonríe: 'Soy de aquí y recuerdo las filas que se formaban en torno (al Apollo) para los conciertos de James Brown. ¡Miren la fila hoy! Se va de la misma manera en la que vino, y me siento feliz por él'.