Bajo un impresionante dispositivo de seguridad que incluía militares, agentes con detectores de metal y perros entrenados, pocas veces visto para una boda, se llevó a cabo el enlace matrimonial entre Carlos Slim Domit, 43, y María Elena Torruco, 27.
El novio, hijo mayor de Carlos Slim Helú, el hombre más rico del mundo, contrajo nupcias con su novia de hace 10 años, hija de Miguel Torruco Marqués, presidente de la Confederación Nacional Turística y es rector de la Universidad de Turismo y Ciencias Administrativas de México.
Personalidades del mundo de la política, la cultura y el espectáculo logró reunir el enlace matrimonial. Aunque poco más de mil 500 invitados ya esperaban al empresario y la socialité en la planta principal del Centro Comercial de Plaza Carso desde las 10.30 pm del sábado, la pareja arribó al lugar a las 12:15 pm y comenzó a escucharse su canción favorita “Stand by me”, la cual se dedicaron ambos con un beso.
Tras recibir ovaciones de los presentes, entre ellos los cantantes Emmanuel, Alexander Acha y Aleks Syntek, los anfitriones ocuparon la mesa de honor y fue entonces cuando cientos de meseros comenzaron a servir la cena.
Un grupo amenizó ese momento con temas de grandes musicales, como “Memories” (de Cats), “On my own” (de Los Miserables) y “María” (de West Side Story), tras las cuales se escucharon piezas como “Time to say foodbye” y “Funiculí, funiculá”.
Visiblemente emocionada, la pareja abrió la pista, alrededor de las 2.00 am, cuando el personal de la cabina de sonido tocó “Un Privilegio”, canción que compuso y grabó Pepe Aguilar como regalo de bodas a la pareja.
La concurrencia se mostró sorprendida con esta sorpresa y María Elena, feliz, la cantó mientras bailó con su sonriente esposo. “Eres la estrella de mi vida, eres la luz que siempre me iluminará”, le dijo Slim Domit a la socialité cuando concluyó la grabación.
María Elena lució un vestido con manga corta, blusa de encaje y falda de raso, una tiara de brillantes y un ramo corto de flores lilis y rosas blancas, su velo de casi cinco metros de largo, su arreglo corrio a cargo de Alfonso Waithsman y Jorge Beltrán.