20/06/2025
09:40 PM

Encuentro de paz

Muchos poblados en Honduras viven con intensidad sus ritos, considerándolos la expresión que les hace mantener viva su cultura.

Muchos poblados en Honduras viven con intensidad sus ritos, considerándolos la expresión que les hace mantener viva su cultura.

En una reciente visita a Gracias, fuimos testigos del Guancasco que con motivo de la feria de San Sebastián celebraron los pobladores de este municipio y los de Mejicapa.

Dos veces al año, los gracianos, llamados “villanos”, y sus vecinos de Mejicapa celebran la fiesta de Santa Lucía y la de San Sebastián en enero.

Significado

El Guancasco era un acto de paz que celebraban en tiempos precolombinos dos pueblos o señoríos lencas.

Con la llegada de los conquistadores y de la fe católica, las celebraciones nativas sufrieron sincretismo. Los frailes y sacerdotes les agregaron a las festividades indígenas ritos y costumbres católicas para adoctrinarlos.

Además, nombraban cofradías o asociaciones de fieles que se encargaban de organizar las fiestas que incluían bailes y otros elementos que atraían la atención de los indígenas.

Muchos poblados aún conservan esta celebración fruto del encuentro de las dos culturas.

Guancasco en Gracias

En este municipio, el encuentro de paz transcurre desde el momento en que San Sebastián visita Mejicapa.

Antes, los mayordomos se encargan de recoger la limosna para ayudar a sufragar los gastos de la fiesta; después los miembros de la cofradía, el mayordomo y el pueblo organizan el primer encierro donde hacen la invitación formal a celebrar el Guancasco.

La ceremonia se realiza en la plaza San Sebastián e incluye intercambio de ofrendas y repartimiento del pan y chocolate entre los pobladores.

Encabezan la procesión dos capitanes a cada uno de los extremos, el monarca, el niño que dirige a los bailadores y la Malinche, una niña que simboliza la inocencia y los valores más puros.

Lizzeth Perdomo, una de las villanas, dice que el Guancasco “nos recuerda nuestro pasado, un pasado que no queremos que muera, fomentamos estas tradiciones para que formen parte de nuestra vida”.

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Los anfitriones brindan con chicha en honor a los visitantes. Además, les ofrecen chilate, horchata, atol de maíz, café con pan y rosquillas en miel. Los bailes también forman parte de la celebración en la cual ambos pueblos confirman la paz.

Historia

En 1544, Gracias fue declarada sede de la Audiencia de los Confines y por eso se considera la primera capital de Centroamérica.