La realizadora argentina Lucrecia Martel, cuya cinta 'La mujer sin cabeza' compite por la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, confesó ayer que el personaje central de su cinta deriva de una experiencia casi metafísica que atravesó cuando niña.
'Yo tuve unos cuantos accidentes y... la mejor metáfora de la medicina popular que me parece traduce esto del personaje es que en una situación violenta, el alma se desprende del cuerpo para protegerse', dijo Martel en conferencia de prensa.
'Después hay todo un tratamiento para recuperar el alma. Yo tuve este problema y no lo hice
Angelina Jolie y el director Clint Eastwood también compiten por la Palma de Oro con 'The exchange'.
Entusiasmada
La cineasta, que ya había competido por el máximo galardón hace cuatro años con 'La niña santa' y en 2006 fue jurado de la selección oficial, señaló además que tal experiencia permite ver cosas que se habían dejado de ver, 'un trastorno de la percepción' que calificó como 'un momento privilegiado'.