Cuando debutó con la selección de Honduras, para que se de una idea, en el mundo todavía retumbaba la caída del Muro de Berlín e Internet apenas si se conocía.
Han sido quince años de alegrías y celebraciones para Carlos Alberto Pavón Plummer, y la pelota sigue rodando. Como los buenos vinos, el delantero mejora con los años y ahora se prepara para cumplir su último sueño: jugar una Copa Mundial de la Fifa.
Para tener una constancia como la conseguida por este sensacional atacante, los números deben respaldarla. Y vaya si las estadísticas son impresionantes: en su tiempo con la selección catracha, ha disputado ochenta y cinco partidos y marcado cincuenta goles, ¡lo que da un promedio de más de medio gol por juego!
Muchas alegrías y una gran carrera
Pero no sólo es eso. Los goles de Pavón significan triunfos, cuarenta y tres para ser exactos, y algunos de ellos muy destacados. Si no lo creen habría que preguntarle a México, su víctima preferida, a la que marcó su primer y último tanto internacional hasta la fecha, e incluso le anotó un famoso triplete en 2001.
Paradójicamente, ha sido en el país azteca donde el delantero ha pasado la mayor parte de su carrera. Tras impresionar con el Real España hondureño, fue traspasado al Toluca donde, pese a marcar 7 goles en 15 partidos, no pudo impresionar lo suficiente como para quedarse en el equipo.
Le siguió un paso por la segunda división con el San Luis y una breve estancia en el Valladolid español. De esas experiencias, Pavón salió fortalecido y, desde entonces, no dejó de perforar las redes. Volvió a México con el Correcaminos y anotó nada menos que 14 dianas en 20 encuentros. Le siguieron traspasos a Necaxa, Celaya y Morelia, donde siempre fue un favorito de los aficionados.
Esas buenas actuaciones le valieron cumplir el sueño de jugar en Europa. Italia fue su destino, pero no pudo confirmar los grandes momentos en el tiempo que pasó con Udinese y Nápoles. A partir de ahí vivió una vida gitana. Volvió a México, jugó en Guatemala, regresó a su tierra natal y pasó por Colombia y Estados Unidos. Todo un recorrido, que lo depositó otra vez en el Necaxa, para quien jugó en la pasada temporada.
Los sueños en blanco y azul
La larga y agitada trayectoria de Pavón se resume en... ¡catorce equipos! Tantos colores como los tiene el arcoíris. Sin embargo, los que están más cerca de su corazón son el azul y blanco del seleccionado catracho, y el sueño que le queda por cumplir es llegar al máximo escenario planetario, la Copa Mundial de la Fifa Sudáfrica 2010.
Para el delantero, el actual equipo tiene muchas posibilidades de lograrlo. 'El profesor Rueda ha hecho un gran trabajo porque ha armado un grupo que mezcla jóvenes y experiencia, y eso ha sido muy positivo. Tenemos muchas ambiciones.' Señala con optimismo.
Pavón ha sufrido varias desilusiones en fases clasificatorias. Pese a sus extraordinarias actuaciones individuales, no ha conseguido dar el paso definitivo.
Ahora el reto se llama Estados Unidos y, pese a una lesión que no lo ha dejado entrenar con normalidad en los últimos días, La Sombra está ilusionada por el trascendental encuentro. 'Soy muy optimista, sabemos que será un partido difícil, pero confiamos en nuestra capacidad,' afirma. 'Jugamos contra una selección muy competitiva, pero creo que haciendo un excelente partido se les puede ganar. Espero volverles a anotar como la última vez que los enfrentamos'.
Palabras de confianza absoluta. Y mal harían los de las Barras y las Estrellas en tomárselas a la ligera. Sobre todo si el que las dice es alguien con medio centenar de festejos internacional en su garganta.
