David Yurman revolucionó la alta joyería en el mundo. Su ingenio no tuvo límites y en 30 años de carrera ha inmortalizado un estilo sobrio, genuino y simplemente elegante en cada joya que sale de su atelier en Nueva York.
Dejó de usar los clásicos eslabones para crear piezas de corte minimalista con la opulencia de los metales preciosos y la sofisticación de una joya innovadora y llena de fineza.
Es por ello que los ricos, famosos y celebridades del mundo se han rendido a los pies del artista, del orfebre, del ícono de la alta joyería que ha traspasado fronteras y continentes, llegando a mercados fuertes y rompiendo paradigmas de culturas cerradas al vanguardismo y revolución que impuso con su talento el joyero norteamericano.
Multifacético
Yurman comenzó su empresa en 1979 y es reconocido ahora internacionalmente como el principal diseñador de joyería fina en América. Es famoso por su joyería en oro y plata para uso diario. Creció en Long Island, Nueva York.
Esta fue la llave que le abrió puertas a su incalculable talento que lo llevó a ser aprendiz de famosos escultores como Jacques Lipshitz y Theodore Rozack.
Después de egresar de la universidad de Nueva York a finales de los 60 y retornando a California, consigue que el escultor Hans Van de Bovenkamp lo contrate y comienza a trabajar en lo que hasta el momento era el eje y motor de la vida del artista.
Destino
Ahí conoce a Sandra Kleinrock, una pintora con la que meses más tarde funda Putnam Obras de Arte, donde ambos exponen esculturas y pinturas. A finales de los años 70, ambos artistas se casan.
Gracias a Putnam Obras de Arte aprenden todo lo relacionado a la joyería artesanal y es cuando nace el emporio David Yurman, justamente en 1980. Cinco años más tarde, el famoso brazalete de cable que Yurman lanzó al mercado le valió para internacionalizar su firma.
Convertido en un ícono que crea joyas de alta orfebrería para hombres y mujeres, Yurman además lanza su fragancia y una colección de gafas y logra que sus creaciones puedan venderse en los almacenes más prestigiosos de EUA junto a joyas de consolidadas firmas como Cartier, Bvlgari, Van Cleef & Arpels y Tiffany & Co.
La fama de David Yurman va en ascenso y abre más joyerías, hasta penetrar en el mercado asiático, donde es todo un suceso en países como Japón y China.
Exitoso
Justo cuando celebra 30 años de trayectoria, Yurman reinventa las joyerías con la apertura de su una impresionante y lujosa boutique en la famosa avenida Madison. Tres pisos y 2,000 metros cuadrados conforman la majestuosa joyería decorada por la firma Gabellini Shepherd e inspirado en la arquitectura moderna americana de 1900.
Además, ha creado una colección bautizada Confetti, creada con piedras verdes y rojas. En las joyas creadas en plata mezcló peridoto, cuarzo verde oliva, citrino, turmalina verde y diamantes.
