Espectáculos
Worthington, Estados Unidos
Facetas
Imagínese esta escena: Maggie Grace, interpretando a la acosada Kim Mills, está siendo perseguida por los chicos malos en Búsqueda implacable 3.
El director quiere un acercamiento de su rostro. Fuera de cuadro se encuentra Liam Neeson, que interpreta al padre de ella, un agente encubierto retirado.
¿Neeson parece preocupado porque su hija en la pantalla está en peligro? ¿Está expresando palabras de aliento para darle la fuerza para correr? Nada de eso. “Había disparos y muertos por todos lados y él estaba haciendo travesuras fuera de cuadro,” recuerda Grace. “O susurraba algo hilarante y yo tenía que guardar la compostura y escapar corriendo de la línea de fuego.
“El director ya no sabía qué hacer,” continúa. “No dejaba de decir que tenía que lograr un acercamiento de mi cara en el que no estuviera riendo.” Grace revela que ha establecido una sólida amistad con Neeson. Se conocieron en Búsqueda implacable (2008) y consolidaron su relación en Búsqueda implacable 2” (2012).
“Liam y yo compartimos el mismo sentido del humor, ridículo y oscuro”, señala la actriz. Él se ha vuelto muy protector. Cuando estábamos rodando Búsqueda implacable 3 le hicimos una llamada de broma a un chico que me había roto el corazón. Liam se puso al teléfono y le lanzó su discurso sobre su “conjunto particular de talentos” tomado de Búsqueda implacable, pero adaptado para este chico.
“Finalmente él se dio cuenta que era realmente Liam, no un imitador”, agrega. “Nos reímos de lo lindo”. Es evidente que a Grace le gusta contar esa historia. “Fue endemoniadamente tierno,” afirma. “¿A qué chica no le gustaría tener una figura paterna como Liam Neeson que la cuide y la defienda? Fue una forma muy divertida de hacerlo.
Maggie Grace en escena de Búsqueda implacable junto al reconocido actor Liam Neeson y la actriz y guionista Famke Janssen.
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En Búsqueda implacable 3 Bryan Mills (Neeson) es incriminado por un delito que no cometió. Mientras la CIA, la FBI y la Policía lo persiguen, él busca a los verdaderos asesinos al tiempo que lucha para mantener a salvo a su hija (Grace). Al parecer, ella sigue necesitando toda la ayuda que le puedan brindar. “En los últimos ocho años pienso que he madurado y me he convertido en una mujer muy capaz”, dice Grace.
“Mi personaje, Kim, por desgracia, no es tan capaz como yo”. Para gran sorpresa de ella misma, Grace ha florecido como heroína de acción. Junto con la franquicia de Búsqueda implacable, ella ha actuado en Faster (2010) con Dwayne Johnson y en Lockout (2012) con Guy Pearce. “Yo nunca fui del tipo atlético. Yo era la chica a la que elegían de último para formar los equipos. Me metía en los vestidores a llorar después de la clase de gimnasia.
En términos de debate, creo que la oratoria sería más lo mío”, admite. No obstante, la actuación ha obligado a esta actriz a llevar otro estilo de vida. “He boxeado cara a cara,” revela. “He aprendido algo de kickboxing para otras películas y eso fue muy divertido. Tuve entrenamiento en armas con algunos veteranos de las fuerzas especiales, pude disparar una Ruger 454, con la que se me entumeció el pulgar.
Culta
“De chica era una nerd shakesperiana, un ratón de biblioteca que daba lástima”, recuerda. “Para tercer año ya había leído todo lo que me había caído en las manos”. Y fue en la escuela donde Grace descubrió la actuación. “En secundaria y preparatoria, la actuación era toda mi vida. Suponía que tendría que irla dejando poco a poco al ir a la universidad a estudiar Derecho, pues yo no conocía a nadie que se ganara la vida actuando”.
Sin embargo, cuando tenía trece años, la abuela de la actriz la llevó al Festival Stratford de Shakespeare en Ontario. “Fue la primera vez que conocí a actores profesionales,” indica Grace. “Fue tan embriagador. Era una minisubcultura de ratas de teatro. Yo decidí que eso era lo que yo quería hacer, si a ellos les estaban pagando. Para mí eso era la definición de éxito. Yo ya estaba en una compañía shakespeariana haciendo teatro de aficionados”, agrega.
El sueño. Cuando Grace tenía 16 años la vida le cambió: sus padres se divorciaron y ella se fue con su madre a vivir a Los Ángeles. “Yo iba a pasar una temporada de prueba para ver si podía conseguir algo para empezar,” recuerda.
“Yo había hecho algunas campañas de regreso a la escuela para tiendas departamentales en Ohio y allá, un agente me conectó con uno de Hollywood. “Yo llegué con mi carpeta completa de monólogos y soliloquios shakespearianos y empecé a representarlos en diferentes dialectos, continúa.“
¡Era tan ingenua!
Un agente me dijo que no tenía ninguna otra chica de 16 años, pero que había una película a la que me podía enviar.
Pasé por seis llamadas”, agrega. “Al final quedamos solo dos, y creo que fue Anne Hathaway la que hizo esa película.
Pero a mí me fue tan bien que la agencia me ofreció contratarme”. Grace considera que su gran oportunidad le llegó en parte por suerte y en parte por su preparación. “Yo me esforcé mucho para estar lista”, indica. “Pero si esa semana no hubiera estado disponible ese papel de esa película, probablemente me hubieran dicho que no podrían aceptar a nadie sin experiencia en cine o televisión”.
Con el tiempo, Grace consiguió papeles pequeños, como el de la víctima de un asesinato en Murder in Greenwich (2002), una película para la televisión. Luego inició su transición al cine, con apariciones en The fog (2005) y The Jane Austen book club (2007). El éxito de Búsqueda implacable le dio la oportunidad de encarnar a Irina, una vampiresa vegetariana en The Twilight Saga: Breaking Dawn (2011-2012).
Sensata
A pesar de haber estado a la vista del público durante más de un decenio, Grace ha logrado no meterse en problemas. Ella se lo atribuye a su familia y a su necesidad de dormir. “Siempre he sido una persona muy mañanera que tiene que irse a dormir a las diez de la noche,” afirma. “Ir a un centro nocturno me es muy difícil. No bebo mucho, pero entiendo por qué hay gente que toma.
Algunas de las personas más exitosas que conozco en esta industria son solitarias. Siempre se están moviendo y no tienen a su comunidad consigo. El sentido de identidad puede sentirse desanclado.
Todo el tiempo estamos en lugares nuevos. “Yo me conecto con la gente por el puro hecho de conectarme,” continúa la actriz. “Quizá es el tipo que me vende el café cada día en Europa del este cuando estoy rodando. Y también estoy mejorando en mi conexión con mis amigos y mi familia. “Quizá, cuando tenga 70 años empezaré a ir a clubes nocturnos, a tomar drogas y a hacer locuras”, bromea Grace. “Quizá con eso se equilibre todo”, puntualiza.