Sin embargo, su vida se vio truncada cuando se enamoro de Danny Lynch, un chico experto en artes marciales que pronto se convirtió en su novio.
Piper no dio importancia a los comportamientos agresivos de su ex y decidió no denunciarlo cuando, tras una discusión, le dio un paliza.
Esto provocó que, semanas después de este acontecimiento, Lynch junto a un cómplice organizara un plan para terminar con la carrera de su novia.
El joven contrató a otro chico para que derramara una taza de café en la cara de Katie. La taza contenía ácido sulfúrico en su interior, lo que provocó de manera rápida grandes quemaduras en la piel de Katie.
'La taza con ácido golpeó mi piel, sentí un ardor tremendo y muy doloroso, sentí cómo corría por mi garganta y me cegaba. Creí que casi acababa conmigo. ¡Casi!', ha recordado ahora la modelo.
Las heridas le provocaron grandes cicatrices y la pérdida del ojo izquierdo. Sin embargo, Katie, que es optimista por naturaleza, ha logrado tener una sólida carrera como presentadora y acaba de publicar un libro hablando sobre su experiencia.
| |
'Todos tenemos cicatrices, algunos en la piel otros en el alma. Recordemos que unicamente los sobrevivientes llevamos cicatrices. La próxima vez que te mires en el espejo repite a ti mismo estoy orgulloso de ser un sobreviviente'.
| |
Los culpables, fueron condenados a doce años de prisión. Por su parte, Piper no solo consiguió seguir adelante con su vida profesional. La presentadora, que ha creado su propia Fundación, está casada y tiene una hija.
Con información de ABC