Preguntamos en el mini súper La Laguna por la dueña de las flores, poco tiempo después aparece una señora con sombrero azul que en sus manos carga un azadón.
Doña Betulia Nelson es residente de este municipio de Francisco Morazán y es normal encontrarla preparando tierra, regando o cambiando de lugar sus plantas.
Como ya es normal, los fines de semana las calles de Santa Lucía se llenan de turistas, quienes llegan atraídos por la arquitectura colonial, artesanía y las flores, tres elementos que han caracterizado a este pueblo.
Aunque el cultivo a gran escala de flores, como en el pasado reciente, ha disminuido, en viveros y en las casas se mantiene.
Pasatiempo
“Las ventas no son tanto, pero ya me acostumbré a mantener lleno de flores el negocio”, dice doña Betulia mientras nos muestra la variedad de plantas que cuida en su pequeño vivero.
La tierra la transporta de las zonas aledañas a Santa Lucía, luego la prepara para sembrar las plantas.
Pero debido a la escasez de agua pocos pobladores se atreven a sembrar flores en grandes parcelas, cosa que antes era común.
Más que un negocio, dice doña Betulia, “sembrar estas plantas es un pasatiempo, me gusta cuidarlas y conversar con ellas. Cada especie necesita cuidados especiales y unas son más sensibles que otras”.
La próxima vez que visite Santa Lucía, deténgase en el vivero de doña Betulia y conozca la variedad de plantas que ofrece.
Ordenadas en fila, el visitante puede escoger entre las diferentes flores que cultiva esta señora.
Dato
El negocio de doña Betulia se ubica en la entrada principal de Santa Lucía, frente a la laguna. Su vivero comparte espacio con el mini súper “La laguna”.