Existen mujeres que se sienten atraídas por hombres con un largo historial de ser infieles y mujeriegos, mejor conocidos como “bad boys” o “casanovas”.
Estos varones, adictos a enamorar apasionadamente a una mujer y luego dejarla, miden su éxito de acuerdo al número de damas que puedan engañar.
Hombres que no cambian
Las mujeres más propensas a caer en una relación como ésta son las que dicen: “soy diferente, conmigo cambiará”. Éste es un reto muy peligroso porque estos hombres serán los mismos toda la vida y nunca cambiarán.
Es inmensamente tentador caer en estas relaciones, ya que los primeros meses son muy intensos, con innumerables llamadas, notitas sentimentales, cenas románticas, flores y conversaciones íntimas que enamoran hasta a la más dura de las mujeres.
El casanova posee movimientos fríamente calculados, pero le hará creer que es la primera vez que vive una experiencia amorosa como ésta.
“Jamás he amado a nadie como a ti”, éstas son las palabras que un “bad boy” suele decir.
Una mujer que nunca antes ha sido seducida con tanta pasión e intensidad se enamora ciegamente de este obsesivo amor y cuando el casanova está seguro de que la tiene a sus pies, la intensidad de la relación disminuye y el alejamiento comienza a surgir, no hay la misma disponibilidad y esto significa que el casanova ya está buscando nuevas víctimas.
¿Cómo identificarlos?
Si quiere evitar una relación con un “bad boy” tome en cuenta los rasgos más peculiares que posee:
Sus conversaciones son basadas únicamente en sexo, pasión y romanticismo.
Es controlador y querrá involucrarse en todos sus asuntos. Antes de la tercera cita le confiesa que está locamente enamorado de usted.
Es carismático, seductor y en ocasiones goza de una prestigiada posición, pero su atractivo principal no radica en su físico, ni en su posición, sino en su poder verbal y hechizante para seducir, porque dice todo lo que quiere oír.
