La Policía estadounidense ha detenido a un sospechoso del robo en julio de discos de Beyoncé que contenían música inédita y documentos de trabajo para sus conciertos, indicaron este miércoles medios de Estados Unidos.
La cadena ABC News especificó que el sospechoso ha sido identificado como Kelvin Evans y está acusado de allanamiento de coche con la intención de cometer un robo y de violación de la libertad condicional.
La Policía de Atlanta apuntó a ese medio que ninguno de esos bienes ha sido recuperado.Dos personas del equipo de la cantante -su coreógrafo y un bailarín- habían denunciado a la Policía el robo en su coche de alquiler, que se produjo tras llegar a Atlanta para preparar los cuatro conciertos previstos allí de la gira Cowboy Carter.
El informe policial que se redactó en ese momento apuntó que alguien rompió la ventana trasera y robó dos maletas que contenían pertenencias de los denunciantes, pero también "información personal y sensible" de Beyoncé.
Entre los artículos robados había cinco discos duros con música inédita, listas de canciones de conciertos pasados y futuros y planos de grabación de uno de los espectáculos que todavía no había tenido lugar.
Antecedentes del robo
El incidente ocurrió en julio en Atlanta, cuando dos miembros del equipo de Beyoncé —su coreógrafo y un bailarín— estacionaron un coche de alquiler en un garaje del Krog Street Market, en el centro de la ciudad, mientras preparaban cuatro conciertos de la gira Cowboy Carter.
Al regresar, encontraron que alguien había roto la ventana trasera del vehículo y robado dos maletas con pertenencias personales, además de información sensible relacionada con la cantante.
Entre los objetos sustraídos había cinco discos duros con música inédita, listas de canciones de conciertos pasados y futuros, y planos de grabación de un espectáculo aún no realizado.
La Policía de Atlanta identificó al sospechoso como Kelvin Evans, acusado de allanamiento de vehículo con intención de robo y de violar la libertad condicional.
Consecuencias para Beyoncé
El robo supone una amenaza significativa para la seguridad y el control que Beyoncé mantiene sobre su obra y su imagen, ya que la música inédita y los documentos robados podrían filtrarse sin autorización, afectando sus planes artísticos y comerciales.
La pérdida de material confidencial compromete la exclusividad y el impacto de sus próximos lanzamientos y presentaciones, en especial dentro de la gira Cowboy Carter, considerada un hito en su carrera.
Además, el incidente genera preocupación en su equipo y en la industria musical sobre la vulnerabilidad de los artistas frente a robos y filtraciones en la era digital, lo que podría motivar un refuerzo de las medidas de seguridad en futuras giras y producciones.
Por otro lado, Beyoncé ha demostrado capacidad para transformar las adversidades en parte de su narrativa artística, por lo que este episodio podría influir en su creatividad o en la manera en que gestiona la difusión de su música inédita en el futuro.