Te acuerdas de la historia que contaba mamá de cómo conoció al que es hoy tu papá o de los amores de película donde el hombre luchaba por ganarse el amor de una espectacular y hermosa mujer para poder pedir su mano y convertir su sueño en realidad casándose con ella, pues el amor de temporada que inunda la sociedad en la actualidad deja y olvida todo eso. Atrás quedó el clásico “¿quieres ser mi novia?”, los jóvenes ahora establecen otro tipo de vínculos, conocidos como “amigovios” o como le dicen los norteamericanos: “free”.
En contra de lo tradicional
Los vínculos de amigovios o amigos con derechos y el free son formas alternativas de relación al noviazgo que muestran que entre quienes las entablan se está dando una modernización.
“Se alejan de los esquemas tradicionales de la sexualidad. Es un espacio de exploración erótica”, indica el psicólogo Roberto Castro. El especialista asegura que este fenómeno se observa entre los universitarios de las clases medias, pues en las zonas rurales y entre las clases bajas, la sexualidad sigue siendo tradicional.
Características y consecuencias
“Los amigovios en ciertas ocaciones no necesariamente tienen relaciones sexuales, pero sí se acarician y se besan, se comportan como novios sin serlo, se exploran, se disfrutan, pero entre ellos está sobreentendido que no existe ningún vínculo afectivo y no hay exclusividad”, agrega Castro.Por ello, es común que cada uno o por lo menos uno de los miembros de la relación cuente, además, con un novio o novia. Por otro lado hay relaciones a las que comunmente se le llama free, que son mucho más casuales, de episódico y fugaces, según el experto. Son chavos que se conocen en la disco o en la fiesta de amigos y deciden tener relaciones sexuales y difícilmente se vuelven a ver. En este segundo caso no existe compromiso, exclusividad; no hay una manifestación clara de afecto, enamoramiento y amor. Pero en el primer caso esto se disimula, pues es muy difícil pretender que no se siente nada por el amigo con derecho.
Para Castro uno de los principales riesgos que se corre en este tipo de vínculos es que sus miembros resulten emocionalmente afectados. Otro riesgo es que practiquen sexo desprotegido, lo cual es mucho más peligroso cuando se cambia constantemente de amigovio o se tienen múltiples relaciones y corren el riesgo de sufrir sensaciones de vacío, abandono y frustración.
Los jóvenes que más caen en este tipo de relaciones suelen ser los que tienen conflictos emocionales. También jóvenes que han sufrido abandono por parte de los padres, tienen baja autoestima o tienen mucho dolor no hablado. Independientemente de las formas en que se relacionen, es importante que haya respeto de la persona consigo misma y con quien se vincula.
El experto
“En una relación de noviazgo hay estabilidad, compromiso, seguridad y crecimiento compartido, cosa que no sucede con los amigovios”.
Víctor Baltazar,
especialista en adolescentes