17/12/2025
08:58 AM

'Amas de Casa Desesperadas', adaptación argentina

La adaptación argentina de 'Amas de Casa Desesperadas', una de las series de mayor éxito de la TV estadounidense, trae a la pantalla chica los encantos y las miserias de cuatro mujeres ricas, frívolas y conservadoras, que viven un mundo con escasos puntos de contacto con la realidad del país.

La adaptación argentina de 'Amas de Casa Desesperadas', una de las series de mayor éxito de la TV estadounidense, trae a la pantalla chica los encantos y las miserias de cuatro mujeres ricas, frívolas y conservadoras, que viven un mundo con escasos puntos de contacto con la realidad del país.

En la ficticia calle 'Manzanares' donde se alzan las majestuosas casas de las protagonistas locales del 'dramedy' (fusión de drama y comedia) que conquistó a casi 30 millones de televidentes en EUA, no hay ninguna referencia ni matiz que permita sugerir que estas mujeres que rondan los 40 años, son acomodadas señoras de algún barrio rico porteño.

Las esposas, amantes y perfeccionistas amas de casa no necesitan preocuparse por el dinero, no trabajan a pesar de que alguna de ellas es profesional, y se muestran abandonadas a sus dramas cotidianos, reducidos a destruir o mejorar la relación con sus maridos/amantes/novios o dominar a hijos fuera de control.

'Amas de Casa Desesperadas' a la argentina tiene tal vez la originalidad de asumirse como producto que representa genuinamente modos de vivir de una parte de la sociedad norteamericana, que florece en los suburbios ricos de algunas ciudades.

'¿Cómo es posible construir un éxito sin color local?', se preguntó el periodista y crítico de cine Marcelo Panozzo, en un artículo reciente, donde analiza la serie que estrenó Canal 13 a fines de agosto.

'No parece importar tanto lo que el programa tenga para decir sobre la familia o sobre la sociedad, o sobre lo que sea, sino un elenco rutilante, una marca con chapa y una buena campaña de prensa previa con mucho número y alto orgullo nacional por nuestros estándares de producción', según Panozzo.

El comentario encaja con la visión de Marcos Carnevale, el encargado de adaptar la serie estadounidense a la versión local, en la que se destacan una producción de calidad y las actuaciones de las cuatro protagonistas, Mercedes Morán, Carola Reyna, Gabriela Toscano y la ex modelo Araceli González.

'La idea es crear mundos que no existen, pero que en realidad existen en el imaginario de la gente', apunta Carnevale, que también dirige la tira, cuyo nivel de rating la ubica en segundo puesto, detrás del programa emitido por el canal Telefé en el mismo horario.

En el extremo opuesto, la televisión argentina cuenta con 'Casados con Hijos', otra adaptación de una serie estadounidense pero con fuerte color local.

Allí, los integrantes de la familia 'Argento' usan la camiseta de la selección albiceleste, se quejan de casi todo y sufren porque les gustaría tener más dinero, en un retrato decadente y grotesco del núcleo familiar, pero en el que pueden reflejarse muchos argentinos.

'En Amas de Casa Desesperadas no existe ninguna situación de la realidad argentina, un país pobre que no se recuperó de la crisis económica del 2001, donde hay desocupación y gente que vive en la calle. Por ejemplo no hay nadie que perdió el trabajo, los personajes viven en una burbuja', contó Laura, televidente de la serie, a la AFP.

Alicia, otra seguidora parcial de la tira, coincide en las críticas y cree que la adaptación no consigue representar a la mujer rica argentina por la sujeción al guión original cargado de humor negro y cinismo, escrito por el estadounidense Marc Cherry.

'Las amas de casas argentinas de clase alta también piensan en el dinero porque tienen que mandar a sus hijos a colegios privados caros, van a hacer compras al supermercado y toman mate', afirmó Alicia.

En la versión argentina, uno de los personajes que más sorprende es el apuesto plomero -que a pesar de su profesión vive en la calle 'Manzanares'- y seduce a Susana Martini, una divorciada en busca constante de un nuevo amor.

Carnevale sin embargo necesitó adaptar el personaje de González, que en el original es una inmigrante mexicana que intenta insertarse en la alta sociedad estadounidense.

Aquí, la actriz interpreta a una ex modelo, que junto a su marido representan en ese barrio imaginario a los nuevos ricos que amasaron fortuna de forma misteriosa, ostentan una casa de construcción barroca y conducen autos importados.