Caracas, Venezuela.
Los ministros de Venezuela e Irán han emprendido una gira por países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo con el fin de fomentar un consenso alrededor de los precios del petróleo en anticipación a una reunión del grupo el 27 de noviembre.
Los viajes diplomáticos —algo inusual en las vísperas de las reuniones de la OPEP— ponen de manifiesto las crecientes preocupaciones sobre el descenso de los precios del petróleo dentro del grupo, lo que a su vez ha suscitado un debate sobre si la organización debería recortar su cuota colectiva de producción. El petróleo crudo Brent descendió en torno a US$78 el barril el jueves.
El ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Rafael Ramírez Carreño, cuyo país apoya una reducción en la producción de la OPEP, afirmó que se reunió el miércoles en Argel con el ministro de energía de Argelia, Youcef Yousfi, con quien debatió la posición venezolana de defender los precios del crudo.
La conversación concluyó con una “convergencia de puntos de vista”, dijo Ramírez, según la agencia oficial argelina APS, sin ofrecer mayores detalles.
Ramírez se reunió el jueves con funcionarios de Catar en Doha y tiene programado viajar próximamente a Irán, informó el sitio web del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, que agregó que Caracas buscará corregir los desequilibrios en la OPEP y en los mercados globales del petróleo.
A comienzos de esta semana, el ministro de petróleo de Irán, Bijan Zanganeh, entregó en persona una carta del presidente Hasan Rouhani a los gobernantes de Catar y Kuwait en sus respectivas capitales, en la que pedía cooperación para estabilizar los precios del crudo, según los medios de comunicación estatales en estos tres países.
Irán y Venezuela necesitan que los precios superen los niveles actuales para equilibrar sus presupuestos públicos. El descenso en la cotización del crudo ha generado llamados de algunos dentro de la OPEP para que la organización recorte la producción a al menos el límite acordado previamente de 30 millones de barriles diarios.
Los ministros de Venezuela e Irán han emprendido una gira por países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo con el fin de fomentar un consenso alrededor de los precios del petróleo en anticipación a una reunión del grupo el 27 de noviembre.
Los viajes diplomáticos —algo inusual en las vísperas de las reuniones de la OPEP— ponen de manifiesto las crecientes preocupaciones sobre el descenso de los precios del petróleo dentro del grupo, lo que a su vez ha suscitado un debate sobre si la organización debería recortar su cuota colectiva de producción. El petróleo crudo Brent descendió en torno a US$78 el barril el jueves.
El ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Rafael Ramírez Carreño, cuyo país apoya una reducción en la producción de la OPEP, afirmó que se reunió el miércoles en Argel con el ministro de energía de Argelia, Youcef Yousfi, con quien debatió la posición venezolana de defender los precios del crudo.
La conversación concluyó con una “convergencia de puntos de vista”, dijo Ramírez, según la agencia oficial argelina APS, sin ofrecer mayores detalles.
Ramírez se reunió el jueves con funcionarios de Catar en Doha y tiene programado viajar próximamente a Irán, informó el sitio web del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, que agregó que Caracas buscará corregir los desequilibrios en la OPEP y en los mercados globales del petróleo.
A comienzos de esta semana, el ministro de petróleo de Irán, Bijan Zanganeh, entregó en persona una carta del presidente Hasan Rouhani a los gobernantes de Catar y Kuwait en sus respectivas capitales, en la que pedía cooperación para estabilizar los precios del crudo, según los medios de comunicación estatales en estos tres países.
Irán y Venezuela necesitan que los precios superen los niveles actuales para equilibrar sus presupuestos públicos. El descenso en la cotización del crudo ha generado llamados de algunos dentro de la OPEP para que la organización recorte la producción a al menos el límite acordado previamente de 30 millones de barriles diarios.