04/12/2025
09:53 PM

Tyson vence a JBS y se queda con Hillshire, pero a un precio alto

El mayor procesador de carne en EUA será aún más grande luego de haber adquirido a la empresa Hillshire.

Nueva York, Estados Unidos.

Tyson Foods Inc. afronta un desafío de envergadura para sa­carle provecho a su generosa ofer­ta por Hillshire Brands Co.
El mayor procesador de carne de Estados Unidos será aún más grande tras salir en la noche del domingo como ganador en la ba­talla por adquirir Hillshire, fabri­cante de marcas como las salchi­chas Jimmy Dean, con una oferta US$1.000 millones más alta que la de Pilgrim’s Pride Corp., una filial del gigante brasileño JBS SA.

Con su audaz propuesta de US$7.700 millones, Tyson apuesta a que puede extraer cientos de mi­llones de dólares en ahorros ope­rativos de su fusión con Hillshire y vender más productos con marca a supermercados pequeños y sis­temas escolares.

También tiene la esperanza de contener a JBS. Los herma­nos brasileños Wesley y Joesley Batista, que dirigen la compañía de São Paulo, han usado una se­guidilla de compras para trans­formar JBS en lo que aseguran es la compañía cárnica más grande del mundo y en la principal com­petencia de Tyson, en momentos en que las empresas se disponen a servir los crecientes mercados globales de carne.

Los hermanos Batista habían codiciado Hillshire y sus marcas desde hace tiempo. Luego de re­tirarse de la guerra de ofertas por la empresa, JBS se verá obligada a considerar a corto plazo blancos más modestos y menos significa­tivos en EE.UU. Puede que esos acuerdos le resulten más caros debido a la prima que Tyson pro­metió pagar por Hillshire, dijeron analistas.

Aunque Hillshire convertirá a Tyson en uno de los mayores pro­veedores de carne y tendrá már­genes más altos en la categoría de alimentos preparados para supermercados en EE.UU., ana­listas dicen que el costo es alto. Los inversionistas parecen estar de acuerdo puesto que la acción de Tyson cayó el lunes 6,5% a US$37,50. “Es claramente trans­formativo (para Tyson)”, afirma Tim Tiberio, analista de Miller Ta­bak & Co. “Sólo que viene con un precio muy alto”.

Tyson ofreció US$63 por ac­ción cuando la subasta por Hill­shire concluyó, mientras que Pilgrim’s prefirió no elevar su oferta previa de US$55 la acción, según fuentes al tanto. El precio resultó ser más alto de lo que Ty­son necesitaba para derrotar a Pilgrim’s. Pero debido a la natu­raleza hermética de la subasta, Tyson no supo que Pillgrim’s ha­bía abandonado la carrera, dije­ron personas al tanto.

La oferta en efectivo de Tyson representa una prima de 70% so­bre el precio de la acción de Hill­shire, de Chicago, antes de la propuesta de Pilgrim’s del 27 de mayo, cuando arrancó la guerra de ofertas.

Las críticas no demoraron en llegar. Algunas veces en una su­basta, “el ganador es el perdedor”, dijo un experto en acuerdos.

Tanto Tyson como Pilgrim’s querían descarrilar el plan de Hill­shire de comprar Pinnacle Foods Inc., dueña de marcas como los pepinos encurtidos Vlasic, por US$4.300 millones.

Se espera que Hillshire ponga fin a ese pacto para consumar la transacción con Tyson, que pi­dió eso como condición para su oferta. Hillshire dijo el lunes que su junta directiva no había apro­bado aún el acuerdo con Tyson y no había cambiado su recomen­dación referente a la fusión con Pinnacle.

Si se concreta, la oferta de Tyson por Hillshire sería la más costosa en la historia de la empre­sa. La transacción está valorada en cerca de dos veces y medio el precio que Tyson pagó por su se­gunda adquisición más grande, la compra por US$2.900 millones de la empacadora de carne IBP Inc. en 2001, según la proveedora de datos Dealogic.

Donnie Smith, presidente eje­cutivo de Tyson, indicó el lunes que el precio era “absolutamente” un buen negocio para los inver­sionistas de la empresa. “Contar con este negocio en nuestro por­tafolio creará un valor significa­tivo”, afirmó a reporteros en una conferencia telefónica. “Estamos mejor”.

Inversionistas y analistas con­cuerdan en que Hillshire es un ac­tivo tentador, sus productos Ji­mmy Dean, Ball Park y Hillshire Farm son los de mejor veta entre las carnes para desayuno y ahu­madas y salchichas para perros calientes, en tanto su marca Sta­te Fair es líder en la categoría de salchichas empanizadas, según datos de la firma IRI.

Absorber las marcas de Hills­hire transformará a Tyson en el segundo proveedor de alimen­tos congelados en los supermer­cados estadounidenses después de Nestlé SA, con ventas anuales combinadas de US$3.700 millo­nes, dijo Tyson el lunes.

Se espera que Tyson ahorre al menos US$300 millones en costos anuales en un lapso de tres años al combinar las operaciones de distribución congelada y marke­ting de las compañías, además de otros recortes.

Sin embargo, el acuerdo exis­tente entre Hillshire y Pinnacle Foods significa que Tyson no ha podido revisar a profundi­dad los libros de Hillshire. Smi­th dijo que las estimaciones de ahorro de costos de Tyson se basaban en documentos dispo­nibles públicamente, así como en las propias opiniones de Tyson sobre la industria de alimentos preparados.

“No tienen antecedentes en la integración de acuerdos masivos como este”, dice Akshay Jagdale, analista de KeyBanc Capital Mar­kets Inc. “La oportunidad está allí, pero actualmente parece que hay muchos que están dudando, y con todo el derecho, porque es un acuerdo grande y con un precio mucho más alto que el que cual­quiera esperaba”.

Tyson dijo estar segura que la incorporación de Hillshire la hará más rentable. Por ejemplo, su sólida posición en el rubro de carnes de marca significa que Ty­son tendrá asegurado un valor más alto por la tajada de jamón de sus cerdos, lo que ayuda a ele­var el ingreso general por ani­mal.

Smith también les dijo a los analistas que la combinación de las líneas de las dos compañías de alimentos crudos y prepara­dos mejorará la oportunidad de Tyson de vender productos Hill­shire en escuelas y supermerca­dos pequeños.

A algunos les preocupa que Tyson sea demasiado optimis­ta. Robert Moskow, analista de Credit Suisse, advirtió la sema­na pasada que es probable que los precios del pollo disminuyan el próximo año conforme las em­presas aumentan la producción para satisfacer la demanda y que los precios de los granos podrían subir, por lo que sería más caro alimentar el ganado.