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Sin Jobs, Apple encara ahora la incertidumbre

  • 13 noviembre 2011 /

¿Podrá la empresa de la manzana mantener su crecimiento sin la inspiración de su fundador?

El pasado 5 de octubre, el mundo de la tecnología, la música y prácticamente todo el que tuviera algún tipo de relación con las computadoras cayó en un profundo luto. Steve Jobs, uno de los directores ejecutivos más reconocidos y carismáticos en la historia de las empresas como se conocen en la actualidad, moría de complicaciones asociadas a un cáncer que lo asoló durante años.

Apenas seis semanas antes había renunciado a la dirigencia de Apple por motivos de salud y dejó atrás hitos que han cambiado desde la industria de la computación hasta la de distribución de contenido digital, pasando por el retail, el diseño y el cine.

Pero, casi sincronizadas con las velas, flores y trajes oscuros, vinieron las preguntas. ¿Qué pasará con Apple ahora que Jobs no podrá asesorarla? ¿Cómo reaccionará el mercado frente a su ausencia? ¿Está preparada la empresa para continuar su peculiar forma de trabajo o entrará en una etapa totalmente distinta?

Después de todo, para miles de personas en el mundo, Apple era Jobs, tanto como Jobs era Apple.

La visión de Steve

Según Kevin Werbach, profesor de Estudios Jurídicos y de Ética en los negocios de Wharton, Steve Jobs no era solo consejero delegado de Apple, función que asumió una vez que dejó la presidencia. “Durante buena parte de los 35 años de existencia de la empresa, él fue su fuerza inspiradora, sobre todo después de volver a Apple hace 15 años. Hoy en día, Apple es en muchos sentidos reflejo de la visión de Steve Jobs”, dice el experto.

Y la preocupación por el futuro de la compañía es aún más acentuada cuando se considera el sobresaliente estado en que Jobs la dejó parada. El último año fiscal, Apple finalizó con ingresos de 108,000 millones de dólares, llegando a los 26,000 millones en utilidades. El último trimestre marcó un récord histórico de 5,400 millones. Aun con la renuncia de Jobs, y en una época del año en que no existen motivos especiales para que aumenten las ventas, la compañía de la manzana logró subir en 21% las ventas de sus iPhones, en 116% las de iPads e incluso los Macs (uno de los sectores más difíciles en la actualidad) aumentaron en 26%. Por si fuera poco, aunque solo duró unos momentos, Apple logró posicionarse como la empresa más valorada del mercado, con 341,550 millones de dólares, superando por poco a la petrolera ExxonMobil.

El legado de Jobs

La pregunta de fondo es qué características del histórico director se quedarán con la compañía y cuáles tienen riesgo de diluirse. Según Charles Golvin, analista de Forrester y experto en productos de consumo y movilidad, el más prominente legado de Steve Jobs para la compañía es el compromiso con su propia filosofía de trabajo y su visión hacia el mercado. “Apple hace los productos en que cree, no los desarrolla basados en lo que dicen los consumidores. Crea su propia visión de los productos que le gustaría usar y fabrica esos productos de la mejor forma que estos podrían ser”, dice Golvin.

También cabe preguntarse si la compañía podrá mantener esta suerte de capacidad profética con respecto a las necesidades de los usuarios.

“Usualmente, las organizaciones son mucho más grandes que los individuos, pero existen algunas excepciones. Aún falta ver cómo se las arreglarán”, dice M. S. Krishnan, profesor de Sistemas de Información e Innovación en la Ross School of Business. “Opino que él (Jobs) pasó ahí suficiente tiempo y estuvo trabajando con un equipo de líderes lo bastante fuertes como para que ellos hayan entendido cómo él funcionaba”.