En los primeros siete meses del año los hondureños residentes en el extranjero enviaron $314.4 millones (unos L7,300 millones) más que en el mismo período de 2016, de acuerdo con cifras del Banco Central de Honduras (BCH).
El monto total al 3 de agosto era de L2,611 millones, lo que se traduce en más de L61,350 millones que ingresaron a la economía hondureña. Esta cifras superan en 13.7% a lo registrado en el mismo período del año pasado, cuando las remesas sumaban L2,296 millones.
El comportamiento se explica los temores de masivas deportaciones anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien asumió el cargo en enero pasado.
También se suma una propuesta para gravar las remesas familiares con un impuesto de 2%.
Esta última iniciativa de ley, que ya se presentó ante el Congreso estadounidense, significaría para Honduras unos $64 millones de dólares (unos L1,500 millones) menos al año, según el presidente del BCH, Manuel Bautista.
Debido a estos escenarios el directorio del BCH había proyectado solo un 2% de crecimiento de las remesas para este año.
Sin embargo, a finales de julio pasado, cuando se revisó el Programa Monetario 2017/2018, se estimó que las remesas crecerán 7.8%, porcentaje que significará 300 millones de dólares más que en 2016, cuando los envíos sumaron $3,950 millones.
Aporte económico
Los envíos de remesas de los hondureños en el exterior representan más del 18% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Un fuerte flujo de remesas familiares permite que la moneda nacional mantenga su valor, a la vez que fomenta el ahorro, señalan representantes de la banca.