Washington, Estados Unidos.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Instituto Internacional para la Investigación en Política Alimentaria (Ifpri) unieron esfuerzos para convocar a representantes de los Gobiernos de Centroamérica y la comunidad de donantes para discutir posibles acciones conjuntas ante la prolongada sequía en la región y el potencial impacto de un Niño severo.
El evento organizado por el BID contó con la participación de representantes de los ministerios de agricultura y finanzas, el Banco Mundial, el Programa Mundial de Alimentos, Usaid, y expertos de América Latina que compartieron las experiencias de otros países en el manejo de condiciones meteorológicas similares.
Tal y como lo expresaran los ministros de agricultura asistentes al foro, a través de un comunicado, “nos encontramos ante un cambio estructural que puede ser exacerbado por eventos cíclicos como El Niño, situación que deberá atenderse desde diversos frentes, dando prioridad a atender en las emergencias humanitarias que puedan presentarse”.
Según estimaciones del Programa Mundial de Alimentos (PMA), solo en Honduras, El Salvador y Guatemala pueden verse afectadas hasta 4 millones de personas.
Si bien esto implicaría brindar asistencia a los afectados, este riesgo potencial y omnipresente requiere de una estrategia que además asegure su inserción productiva.
Para lograr estos objetivos, durante el encuentro se intercambiaron experiencias y pilotos impulsados en diversos países de la región.
Dichas experiencias comprenden desde el manejo del agua y la introducción de tecnología y semillas que ayuden a adaptar la actividad agrícola al cambio climático, hasta el uso de instrumentos financieros para manejar las contingencias. Los representantes de los ministerios de finanzas destacaron que un manejo fiscal sostenible tiene que contemplar las contingencias fiscales y los eventos climáticos son parte de estas emergencias. El principal reto es la falta de recursos.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Instituto Internacional para la Investigación en Política Alimentaria (Ifpri) unieron esfuerzos para convocar a representantes de los Gobiernos de Centroamérica y la comunidad de donantes para discutir posibles acciones conjuntas ante la prolongada sequía en la región y el potencial impacto de un Niño severo.
El evento organizado por el BID contó con la participación de representantes de los ministerios de agricultura y finanzas, el Banco Mundial, el Programa Mundial de Alimentos, Usaid, y expertos de América Latina que compartieron las experiencias de otros países en el manejo de condiciones meteorológicas similares.
Tal y como lo expresaran los ministros de agricultura asistentes al foro, a través de un comunicado, “nos encontramos ante un cambio estructural que puede ser exacerbado por eventos cíclicos como El Niño, situación que deberá atenderse desde diversos frentes, dando prioridad a atender en las emergencias humanitarias que puedan presentarse”.
Según estimaciones del Programa Mundial de Alimentos (PMA), solo en Honduras, El Salvador y Guatemala pueden verse afectadas hasta 4 millones de personas.
Si bien esto implicaría brindar asistencia a los afectados, este riesgo potencial y omnipresente requiere de una estrategia que además asegure su inserción productiva.
Para lograr estos objetivos, durante el encuentro se intercambiaron experiencias y pilotos impulsados en diversos países de la región.
Dichas experiencias comprenden desde el manejo del agua y la introducción de tecnología y semillas que ayuden a adaptar la actividad agrícola al cambio climático, hasta el uso de instrumentos financieros para manejar las contingencias. Los representantes de los ministerios de finanzas destacaron que un manejo fiscal sostenible tiene que contemplar las contingencias fiscales y los eventos climáticos son parte de estas emergencias. El principal reto es la falta de recursos.
