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07:58 PM

OIT y FAO reportan elevado incumplimiento del salario mínimo

  • 25 noviembre 2014 /

Las dos instituciones basaron sus conclusiones a través de una extensa investigación a cuatro países de América Latina

Santiago de Chile.

Una nueva publicación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca que en los países de Latinoamérica hay un alto incumplimiento del salario mínimo relacionado tanto con variables económicas como con la debilidad de las instituciones encargadas de verificar su cumplimiento.

La publicación “Incumplimiento con el Salario Mínimo en América Latina: El peso de los factores económicos e institucionales”, señala que en muchos casos el salario mínimo es insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias, pero en algunos de los países donde su nivel es más alto y está más cerca de cumplir con este objetivo, hay un alto incumplimiento.

Elizabeth Tinoco, directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, recordó que el salario mínimo es “uno de los principales instrumentos de política orientados a la protección de los trabajadores asalariados, y cuando se aplica en forma adecuada es una herramienta muy eficaz en la lucha contra la pobreza y la desigualdad”.

Prevalencia en el ámbito rural

El estudio compara lo que ocurre tanto en zonas urbanas como rurales. De estas últimas destaca que el número de asalariados es menor que en las áreas urbanas. En 10 de 14 países de la región el trabajo asalariado rural representa menos del 50% de los ocupados.

En todos los casos analizados, el incumplimiento del salario mínimo en el sector rural – y en particular en la agricultura - es muy superior al sector urbano.

En Chile y Uruguay el incumplimiento en el sector rural duplicaba al incumplimiento en el sector urbano, mientras que en Costa Rica era un 66% superior y en Perú un 77% superior.

En términos institucionales, el estudio resalta que la acción de las inspecciones del trabajo en el ámbito rural ha sido insuficiente para enfrentar esta situación, a lo que se suma la estacionalidad propia de la actividad agropecuaria y la baja sindicalización y negociación colectiva que caracterizan a las áreas rurales, factores que reforzarían la debilidad institucional.